Nexomon

Da igual el lugar por el que se aborde la importancia de Pokémon, que su influencia en el mundo de los videojuegos es un hecho, especialmente desde que los primeros títulos de la franquicia vieron la luz allá por la década de los 90. Al fin y al cabo, la llegada de Pokémon a Occidente no tuvo precedentes. Las estimaciones de ventas quedaron completamente desarticuladas y el lema de “hacerse con todos” se grabó a fuego en la mente de millones de jugadores. La clave residió en la capacidad para unir sin entender edad, género, cultura o forma de pensar. Todos esos elementos se dieron de la mano e hicieron del mundo un entorno sin barreras, generando comunidades, torneos, ensayos y programas divulgativos.

El lenguaje Pokémon es rico, es pleno y es universo. Está ahí, observable a simple vista, dispuesto a invitarnos para hacernos con todos. Por ende, es normal que el éxito de esta franquicia haya derivado en una avalancha de juegos que se han ido sumando al carro de los combates con monstruos, aun cuando no fueron los primeros en inventar la mecánica de capturar y entrenar criaturas. Desde aquellos que han intentado innovar y alejarse lo suficiente de la fórmula como para diferenciarse lo justo hasta otros que directamente no se han esforzado en demasía y se limitan a ser copias.

El docente como líder inspirador

El último santo en sumarse a la fiesta es Nexomon, una aventura que posee un desarrollo que intenta atesorar un buen número de mecánicas de juego similares a las diseñadas por la gente de Game Freak. De hecho, nada más hacernos a los mandos de esta propuesta tenemos que elegir nuestro aspecto, entre chico y chica, además de nuestro primer Nexomon, unas criaturas que comparten todos los mimbres de estas criaturas inspiradas en animales reales o mitológicos. Lo que queda es un juego de rol japonés con combates por turnos que sigue a pies juntillas una fórmula que ha garantizado el éxito de la serie durante más de dos décadas. 

Tanto es así que las reglas son las mismas, como la limitación de cuatro movimientos por criatura, el método de captura tradicional, las debilidades y resistencias de las susodichas, la capacidad de evolucionar, la necesidad de derrotar a los “ocho líderes” del gimnasio… A pesar de todo, y como buen “Pokémon” que es, sigue siendo una obra muy divertida, entretenida y adictiva. Una obra interesante y dotada de un colorido apartado visual que abarca todo tipo de registros ambientales y que opta por un estilo en 2D muy llamativo en pos de narrarnos una historia contada a través de viñetas.

Y aun cuando está claro que la originalidad de la obra que nos ocupa no es el punto fuerte de la misma, también se esfuerza por hacer las cosas bien. Por ejemplo, la historia de este Nexomon intensifica las relaciones entre los distintos personajes y otros tipos de interacción en los que a menudo se dan situaciones humorísticas, pero también es mucho más crudo y adulto que lo visto en la saga de marras cuando la situación así lo requiere, pues durante la aventura nos encontraremos con zonas arrasadas y grupos que quieren rebelarse contra el sistema establecido. En cierto modo, se parece mucho al desarrollo que podemos encontrar en cualquier Shōnen, dado que nuestro protagonista es alguien que promete destacar por sus hazañas abnegadas, fruto de sus propios principios o el producto de las circunstancias sobre él, y con una enorme responsabilidad sobre sus hombros. 

Y aunque el género al que pertenece Nexomon parezca haber sido explotado en exceso, poniendo en el tapete la lucha del bien contra el mal, siempre nos invita a seguir jugando.

Amor al estilo Pokémon

Pocas franquicias del mundo del manga, anime y videojuegos gozan de una fama y salud similar a la de Pokémon. Y aunque los años siguen pasando, y son muchas las criaturas que se han creado con el paso de las entregas, lo cierto es que todos los que peinamos alguna cana recordamos con nostalgia a la primera generación. Porque, ¿quién no conoce a Pikachu y también a otros Pokémon míticos como Charmander o Bulbasaur? ¿Nadie levanta la mano?

A este respecto, Nexomon es lo más parecido a un baño de nostalgia respecto a la primera generación. La gran mayoría de ellos tienen un diseño simplemente fantástico, con unas líneas bien muy bien resueltas y fácilmente identificables que ascienden a casi 400 y que nos recuerdan a los mejores tiempos de la saga. De hecho, se nota que desprenden magia y que se salen de lo habitual, sumando de esta manera otro tanto para que el título desarrollado por la gente de Vewo Interactive se convierta una seria alternativa para todas esas personas que no quieren acudir a los juegos creados para las consolas de Nintendo.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de Nintendo Switch facilitada por PQube.

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