Arcade Classics Reloaded

En una era en la que todos estamos acostumbrados a jugar con la consola o con el PC desde la comodidad de nuestros hogares y de forma online, pocos se paran a pensar en que esto no ha sido siempre así. Hubo un tiempo no muy lejano en el que para disfrutar de los videojuegos tenías que salir de casa y encerrarte en lo que muchas veces se convertía en tu segundo hogar: los salones recreativos.

Si alguno de vosotros ha nacido entre mediados de los años 70 o principios de los 80, lo más probable es que hayáis puesto vuestros pies en una sala recreativa al menos una vez. Un local de tamaño medio o grande lleno de máquinas en las que probar títulos de diversa índole, ya fueran de lucha, de aventuras o incluso algún que otro juego de carreras sentado con un volante.

Por desgracia, fueron varias las cosas que propiciaron el declive de los recreativos, pero eso no significa que hayan desaparecido en su totalidad. De hecho, hay quienes se resisten a hacerlo. Y si no, que se lo digan a Enrique Segura Alcalde, autor de libros sobre videojuegos en español como el que nos ocupa: Arcade Classics Reloaded, un viaje por la historia de todas esas máquinas recreativas que arruinaron parte de nuestra infancia, económicamente hablando. Un viaje que ofrece una ventana al pasado por medio de un puñado de capítulos dedicados a varios de los géneros más representativos de la industria.

La dependencia de los videojuegos hacia el cine y viceversa

Por ejemplo, ¿a quién no le gustan los superhéroes? Con sus superpoderes y sus historias legendarias, es imposible no caer rendido ante sus múltiples encantos. Especialmente en los últimos años, con la llegada del UCM, hemos sido testigos de una verdadera explosión en la popularidad de los superhéroes en la cultura mainstream, dejando de ser una afición exclusivamente de unos pocos para convertirse en una suerte de pregón que hoy en día se grita a los cuatro vientos. 

Si bien, Enrique Segura nos recuerda en Arcade Classics Reloaded que hace mucho tiempo que el mundo de los videojuegos estuvo invadido por nuestros queridos héroes y villanos de fantasía, desde el notable Spider-Man de SEGA hasta el legendario Marvel VS Capcom, uno de los crossover más recordados. Dicho de otra forma, una cita obligada para cualquier jugador que aprecie el género de lucha.

Lo mismo podemos decir de la Fuerza, una entidad compleja que nació de la mente de George Lucas y que se ha extendido como la pólvora a cada rincón remoto del universo. Esto se aplica a todo, desde el trabajo completamente canónico hasta la historia más insignificante del universo expandido, que ayudó a transformar el universo en mitología, la mitología en adoración. Hasta la fecha es difícil enumerar todos los personajes, y sus respectivas historias, que pueblan el imaginario de Star Wars entre películas, cómics, libros y videojuegos como Star Wars Trilogy y Star Wars Racer.

Los videojuegos y la enseñanza de la perseverancia

A estas alturas, no sorprende a nadie que el cine y los videojuegos tengan cada vez más puntos en común y converjan en muchas características. Son muchos los videojuegos que actualmente emplean técnicas cinematográficas para impregnar sus mecánicas de un aspecto híbrido entre ambas artes. Sea como fuere, Arcade Classics Reloaded pone de manifiesto a través de sus páginas como el videojuego ha dejado de ser considerado como un objeto tecnológico, un producto comercial o un medio de entretenimiento, para pasar a ocupar un lugar clave también en el territorio cultural e incluso como objeto de estudio en el ámbito académico.

En este contexto, el libro que nos ocupa nos permite identificar tres finalidades especialmente recurrentes en esto de las máquinas arcade: una finalidad de orden competitivo (ganar/perder), una finalidad consistente en el descubrimiento y/o construcción de una experiencia, y una finalidad orientada a la comprensión sobre el funcionamiento de un sistema, a través de la experimentación. 

Estas tres finalidades frecuentes se muestran claramente dominantes, especialmente cuando ponemos nuestras miras en títulos como Street Fighter III o Tekken, los cuales escenifican como ningún otro esas mecánicas tan arcade de perder para volver a empezar e ir aprendiendo en cada partida, mejorando con cada moneda para superarse a sí mismo, y así hasta conseguir derrotar a todos los que se ponen en nuestro camino.

La preservación del videojuego como bien cultural

En la actualidad, es indudable que los videojuegos son una referencia clave de interacción cultural para millones de personas y no sólo para jóvenes y adolescentes, pues gracias a la evolución de los nuevos formatos, cada año se amplía el espectro de consumidores, ofreciendo multitud de oportunidades formativas y de ocio.

Sin embargo, la conservación de los videojuegos sigue siendo una de las muchas tareas pendientes para el patrimonio cultural de la mayoría de países. Tanto es así que editoras, desarrolladoras e incluso los propios jugadores no son conscientes de la importancia de nuestro legado como cultura o arte. No al menos hasta que ya es demasiado tarde para poder hacer algo. A este respecto, Arcade Classics Reloaded dedica un espacio para entrevistar a varias asociaciones y empresas que intentan velar por conservar el legado y la historia de los videojuegos.

Partiendo de la base, el objetivo de estas empresas no es otro que el de ampliar y preservar un ambicioso archivo totalmente organizado. Después de todo, los videojuegos son algo más que un simple código reproducible. Son su marketing. Son las historias. Y todas estas cosas están en peligro de desaparecer a menos que realmente salgamos, lo encontremos y nos aseguremos que estarán a salvo.

Arcade Classics Reloaded, una mirada al pasado

Los que somos un poquito más viejos (pero tampoco demasiado), miramos con cierta añoranza aquellos salones recreativos repletos de luces de colores y con una gran cantidad de gente apelotonada ante estas. Por ende, se agradece que libros como el de Arcade Classics Reloaded ofrezcan un contenido didáctico y enriquecedor; una mirada al pasado que nos permite revalorar el presente y que apela a la nostalgia positiva.

Esta reseña ha sido realizada gracias a un ejemplar físico facilitado por Dolmen Editorial.

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