De todo el mundo es conocida la leyenda de Robin Hood, un noble ladrón de ricos que reparte su botín entre los más desfavorecidos mientras lucha contra el despótico Juan “Sin Tierra”, que se ha hecho con el poder ante la ausencia del verdadero rey, Ricardo “Corazón de León”, embarcado en las Cruzadas tratando de recuperar tierra santa. Sin embargo, una historia similar ambienta las andanzas de Liao Tianding, otrora un simple delincuente menor a los ojos de las autoridades coloniales japonesas, pero nada menos que un héroe en la memoria de sus compatriotas taiwaneses.
Cuenta la leyenda que, mientras este andaba suelto, Liao robaba de forma asidua a los ricos y poderosos, distribuyendo a posteriori el botín entre los campesinos, pobres y los mendigos. En consecuencia, los actos de caridad de Liao le valieron el epíteto de “Robin Hood de Taiwán”, molestando todavía más a los japoneses y convirtiéndolo en uno de los criminales taiwaneses más buscados del país.
La historia de Liao se dio a conocer al público a través de varios periódicos, los cuales informaban acerca de sus reiteradas evasiones a las autoridades. Tanto es así que incluso a día de hoy, aún se encuentran muchos templos y santuarios dedicados a las acciones que llevó a cabo este forajido desafiando el dominio colonial, lo que nos lleva hasta este The Legend of Tianding, algo así como una representación en forma de título de acción en dos dimensiones protagonizado por el personaje que nos ocupa.
El cómic y su valor como arte
Los libros de historietas y las tiras cómicas publicadas por los periódicos constituyen uno de los géneros más leídos en la actualidad, tanto en nuestro país como en muchas otras regiones del mundo. A primera vista, esta forma de expresión aparece como un simple medio de entretenimiento, sin embargo, gran parte de las historietas publicadas abordan una gran cantidad de temas: aventuras, historias policiales, románticas, fantasía pura, etc.
Esta versatilidad y popularidad de las historietas lleva a pensar que detrás de ellas hay algo más profundo que la mera diversión, y The Legend of Tianding se ampara en el uso de viñetas para contar una historia de forma coherente y atractiva visualmente hablando. Tanto es así que aprovecha cualquier recurso que tiene a su disposición para darle a las viñetas más impacto, más importancia e incluso disponer de un poco más de espacio para dar información y detalles. A este respecto, un desarrollo totalmente capitular compuesto de seis capítulos (de aproximadamente una hora cada uno) en el que seguimos las andanzas de este héroe taiwanés en su lucha contra las fuerzas opresoras del país del sol naciente.
Ya sé kung-fu
En la conocida Matrix, lo de aprender artes marciales era coser y cantar: bastaba con introducir una tarjeta de memoria que transfería todos los conocimientos al personaje que lo necesitara. Y aunque en The Legend of Tianding no hay nada de eso, resulta ameno practicar una actividad divertida y muy gratificante con el esfuerzo realizado mediante un puñado de botones. De alguna manera, es una aventura al más puro estilo beat’em up, aunque también contamos con elementos de parkour.
Asimismo, contamos con una mecánica que vamos a emplear hasta las últimas consecuencias y que reside en robar todo tipo de armas a nuestros enemigos para que estas pasen a formar parte de nuestro arsenal de artes marciales chinas. Estas armas, que destacan por su flexibilidad en los movimientos del cuerpo, su agilidad, velocidad en el trabajo de muñecas y pies, variedad de saltos y técnicas de defensa y ataque, ponen de manifiesto un flujo que añade verticalidad y elementos transversales para mantenerse al lado del combate.
El aprendizaje constante para aportar más valor
Considerar que aprender es una experiencia maravillosa, enriquecedora e importante en la vida es un gran avance. Más allá de la concepción de aprendizaje que se desarrolla en determinados contextos, según su realidad particular, este proceso es tan significativo y primordial para la vida humana que lo abarca todo. Se entiende entonces como uno de los máximos potenciales que podemos desarrollar. Lo gratificante es que siempre hay algo que aprender y The Legend of Tianding, por medio de sus mecánicas propias de un juego de acción, nos anima constantemente a aprender al mismo tiempo que nos convertimos en el príncipe de los ladrones.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC facilitada por Neon Doctrine.