POSTAL

A lo largo de los años, han sido muchos los videojuegos que se han visto obligados, bien por la presión popular, bien por singulares decisiones gubernamentales, a cambiar contenido, cancelar sus lanzamientos o desaparecer para siempre. Los motivos religiosos, políticos e incluso sociales han estado siempre molestando al creador desde tiempos inmemoriales, algo que tampoco es que se moviera en un terreno muy distinto de la actual presión popular.

A día de hoy, el nuevo método se llena de poder y presión popular en las redes sociales. Y todo porque, según la corriente de pensamiento y el momento actual universal, la incomodidad puede devorar la obra en cuestión. Si bien, no es menos cierto que existen algunas propuestas que dedican todos sus esfuerzos en buscar polémica por gusto, meterse en charcos, y recrearse en su soberbia faltando el respeto sin miramientos. Tal es el caso de franquicias como POSTAL, las cuales sacan partido a situaciones cada cual más desafortunadas, aunque eso suponga ir a contracorriente de las normas y tabúes sociales. A este respecto, por medio de un desarrollo de violencia desenfrenada y sin ninguna clase de miramientos.

Incluso la propuesta que protagoniza estas líneas, POSTAL: Brain Damaged se atreve a romper más tabúes, como el estigma de las enfermedades mentales, en pos de promover la dimensión humana, apostando por la acción en primera persona y la irreverencia. Porque solo se necesita un mal día para convertir al hombre más cuerdo, en un lunático.

¿Sabes cuál es el significado… de locura?

El tema de la locura ha estado presente a lo largo de la historia del ser humano. Su concepto y definición han evolucionado de manera paralela a la evolución cultural y social que éste ha sufrido con el transcurrir de los siglos.

La locura ha sido abordada, a través del tiempo, desde puntos de vista filosóficos, religiosos y médicos; en cada uno de ellos, el trato que recibe el loco es diferente; ya sea enalteciendo su locura, relacionándolo con la posesión demoníaca; y, en último caso, aislándolo en asilos y hospitales para garantizar el orden social. Estos diferentes pasajes en el tiempo dejan su huella en la cultura y en las representaciones sociales que se mantienen hasta nuestros días, sobre la locura y que han generado su temor y rechazo.

Ideas dispersas, discursos incoherentes, una enorme cantidad de fantasías… En este sentido, POSTAL: Brain Damaged gira en torno al sentido de retomar esa locura que forma parte de la vida y que a la vez es temida o señalada por la sociedad en mayor o menor grado. Lo innombrable, la cosa, lo que existe en cada uno de nosotros pero de lo que no hablamos por temor… por temor a ser locos.

Si bien, el juego de marras es mucho más que esto, puesto que a pesar de su apariencia provocativa, funciona en otros aspectos.

Aplicando el estado de flow

El flujo, también conocido como la zona, es un estado mental que experimentamos cuando nos involucramos en algo hasta el extremo de olvidarnos del tiempo, la fatiga y de todo lo demás, exceptuando la actividad en sí misma. En otras palabras, es un estado que se siente de manera liberadora, puesto que nos vemos inmersos en una actividad que estimula nuestras pasiones, intereses y nuestros sentidos. Al final, perdemos la noción del tiempo y se produce un estado de creatividad y productividad muy elevado cuando nos quedamos absortos con un libro o un videojuego.

Porque POSTAL: Brain Damaged nos sumerge por completo en un estado de flujo que nos recuerda a obras como el propio DOOM Eternal. En resumidas cuentas, uno simplemente fluye cuando nos hacemos al teclado y ratón de esta propuesta.

A través de una vista en primera persona y la nostalgia de los años 90 por bandera con el fin de manifestar una apariencia retro, el título que nos ocupa nos ofrece un sistema de progreso lineal en el que avanzamos y conseguimos cosas, desde una suerte de experiencia personal ganada a base de superar combates hasta el desbloqueo de nuevas armas que nos permiten experimentar el juego de formas completamente nuevas.

El frenesí de la locura

Dicho de otra manera, POSTAL: Brain Damaged es un prodigio de diseño, principalmente gracias a unas mecánicas muy sólidas y un bucle básico de jugabilidad tan divertido como frenético: salta y corre, ataca, quédate casi a punto de morir y vuelve a empezar. La sensación de que siempre están ocurriendo cosas combinadas con la necesidad de eliminar a todo lo que nos encontremos a nuestro paso es difícilmente superable en el género. Después de todo, representa el conserje de la violencia, el adalid de la destrucción masiva, el amanecer rojo… Y eso sí que es una locura.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC (Steam) facilitada por Keymailer.

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