Labyrinth City

Wally, el distraído muchacho con su inconfundible jersey y gorro de rayas blancas y rojas dispuesto a esconderse en los lugares más insospechados, ha acabado formando parte del imaginario colectivo entre el público joven. En la mente de muchos están los famosos libros del ilustrador británico Martin Handford, los cuales originaron un sinfín de aventuras que nos trajeron de cabeza y que nos absorbieron a través de sus páginas, pues estas aglutinan distintos escenarios con enormes multitudes que nos invitan a armarnos de paciencia. A este respecto, buscando a este personaje cuyo talento para esconderse entre múltiples distracciones no tiene rival… ¿o quizá sí?

De manera similar a las obras creadas por el autor e ilustrador británico, el artista japonés Hiro Kamigaki y su estudio IC4DESIGN llevaron a cabo una serie de libros con maravillosas ilustraciones ambientadas en un mundo laberíntico. Un mundo compuesto de detallados y multitudinarios paisajes urbanos en los que tenemos que seguir la pista del malvado Sr. X, un ladrón de guante blanco que siempre roba cosas de gran valor. Bajo este pretexto, se desarrollan las aventuras de Pierre y Carmen, dos jóvenes detectives que se encargan de resolver misterios.

El detective de laberintos

A este respecto, la gente de Darjeeling, un estudio con sede en Francia, ha adaptado al formato videojuego uno de estos libros bajo el nombre de Labyrinth City: Pierre the Maze Detective, en este caso, reinterpretando las ilustraciones que podemos ver en el mismo con el fin de que nuestros protagonistas puedan moverse por los caminos de cada escenario y así escudriñar cada rincón. El resultado es más que satisfactorio, ya que han hecho algo más que coger las estampas originales para que estas funcionen como un impresionante entorno interactivo.

Tanto es así que el detalle de cada uno de los niveles es demencial y dedicaremos, mínimo, más de 30 minutos a interactuar con todos los elementos y personajes que conforman inmensos laberintos con varios caminos y bifurcaciones. Si bien, para llegar a los objetivos que nos van diciendo, que sabremos dónde están en todo momento, bastará con que nos dejemos llevar por una serie de indicaciones en forma de flechas que nos muestran el camino a seguir. Al final, solo hay una ruta obligatoria y diferentes personajes que hacen más ameno el recorrido hasta encontrar al Sr. X.

Empero, nuestra capacidad de atención mientras tratamos de adivinar el camino correcto es limitada, y muchas veces no somos capaces de mantenerla por más de dos minutos en un mismo objetivo sin que nuestra mente se aparte del mismo para atender otras cosas. Labyrinth City: Pierre the Maze Detective es una obra sabedora de nuestras limitaciones, por lo que manipula nuestra atención para incluir un puñado de coleccionables que tendremos que buscar en caminos alternativos, desde simples curiosidades hasta objetos que guardan relación con los lugares que exploramos.

El colorido mundo de los libros de Pierre

En una persecución constante hilvanada con rompecabezas alegres y distendidos, Labyrinth City: Pierre the Maze Detective nos ofrece una experiencia contemplativa que traslada con gran acierto la saga de libros homónima. Una experiencia cuya principal baza reside en la observación de disparatados escenarios, puesto que en muchas ocasiones transmite su humor a través de imágenes, generalmente sin el uso de palabras, así como en la forma en la que convierte cada escenario en un agente promotor que nos muestra las costumbres y hábitos más particulares del planeta.

De la misma manera, se esfuerza por ser sumamente accesible a públicos diversos, implementando opciones que facilitan el acceso al mismo en base a esa perspectiva de inclusión.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC facilitada por Cosmocover.

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