Vengeful Guardian: Moonrider

Los has visto en las películas y series de animación japonesas. Pero ¿qué son exactamente los ninjas? Un verdadero ninja (shinobi, en japonés) no es sólo alguien que viste de negro, cae desde el techo y corta todo en pedazos. Los ninjas han existido al menos desde el siglo XIV, cuando la guerra de guerrillas en el Japón feudal se volcó hacia el lado de las artimañas, espionaje y asesinatos – actividades que los samuráis no realizaban debido a que estaba prohibido por el Bushido, el código samurái.

Los ninjas fueron empleados como espías maestros, asesinos y guerreros especializados. Si bien algunos aspectos tradicionales del ninja pueden estar obsoletos los principios y las técnicas siguen siendo valiosos para cualquiera que esté interesado en el arte ninja. Sea como fuere, la imagen que ha quedado en la cultura popular de los ninjas difiere de las escasas pruebas documentales de la época. Y si no, que se lo digan a obras como Vengeful Guardian: Moonrider, un juego de acción y plataformas de desplazamiento lateral que sigue los pasos de la edad dorada de los juegos de acción de 16 bits.

Un juego ambientado en un mundo oprimido donde la humanidad se encuentra oprimida por un ejército de supersoldados como armas de guerra. Si bien, el régimen político donde el Estado adquiere un extremo volumen del control sobre todo aspecto de la vida pública pone en marcha sin querer un guerrero ninja conocido como Moonrider, otrora concebido como una herramienta para preservar el estado antes nombrado, pero que ahora libra una batalla contra sus propios creadores.

La venganza es un plato que se sirve frío

Bajo esta premisa, Vengeful Guardian: Moonrider no pretende contarnos la mejor historia del mundo, sino que corramos, saltemos, rebotemos en las paredes y lancemos nuestras estocadas más letales para derrotar a nuestros enemigos a lo largo de ocho fases. De la misma manera, podemos elegir entre un amplio arsenal de destrucción según nuestro gusto, preferencias de combate, enemigos que tengamos enfrente o el humor del que estemos en ese momento.

Y eso nos lleva al tema de la velocidad. No es que el juego de marras sea especialmente rápido porque nos presente muchos obstáculos y nos obligue a estar en constante movimiento, que también. Es la rapidez con la que suceden las cosas, con la que tomamos decisiones que se entrelazan sin transición, dando como resultado una especie de ballet macabro, una coreografía que nos deja sin aliento. A esta velocidad contribuye la posibilidad de usar diferentes habilidades especiales para personalizar nuestro estilo de combate según nuestras necesidades.

Vengeful Guardian: Moonrider

De la misma manera, la progresión es muy satisfactoria, ya que cada nuevo nivel introduce nuevos desafíos para aportar no solo variedad a la jugabilidad, sino también añadir nuevas capas a la movilidad del personaje.

El arte ninja

Los videojuegos son un medio inherentemente tecnológico y, por lo tanto, se encuentran sujetos a una evolución de la técnica. Sin embargo, el proceso creativo no se rige por limitaciones técnicas de ningún tipo. Por ello, a lo largo de la historia han surgido una serie de diseñadores que han conseguido desarrollar toda una gama de planteamientos destinados a que la estética reine sobre la técnica.

Y la propuesta que protagoniza estas líneas se consolida como una extensión de este dicho, una expresión artística que acierta todas las notas de lo que un juego de este estilo debería ser: apartados visual y sonoro impecables y jugabilidad pixel-perfect que demanda habilidad, rapidez y precisión. Es su voluntad por ampliar sus miras lo que lo hace ser un título excelente. Todo un exponente.

Vengeful Guardian: Moonrider

Un exponente que bebe de los combates con acción frenética mientras pone a prueba nuestra paciencia. Y lo hace por medio de una aventura que siempre busca maneras de hacernos sudar tinta y esforzarnos al máximo. La vorágine de muerte y destrucción representan algunas de sus principales fortalezas, mientras que el fracaso se postula como algo que es casi inevitable, y cuando antes lo admitamos mejor. Aceptar el desafío de los ninjas nunca ha sido tan difícil y Vengeful Guardian: Moonrider no busca el camino fácil, sino la manera correcta de transitar por el difícil.

Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC facilitada por Cosmocover.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí