Sword of the Necromancer: Resurrection es un buen ejemplo de cómo coger elementos muy conocidos y, sin pretender hacer nada revolucionario, obtener como resultado un buen juego.
Este título independiente es un cóctel de muchas tendencias actuales que, sobre el papel, quizás suene a algo demasiado visto. Y no se puede negar, no es el primer rogue-lite de mazmorras que habrás jugado en los últimos años -o puede que meses-, pero Grimorio of Games lo ha acompañado de una jugabilidad sólida, y sobre todo una excelente narrativa.
Todo lo que harías por amor
La historia de Sword of the Necromancer: Resurrection realmente no es tan importante como para ser destacada, pero sí la manera en que se cuenta. En el mercado podrás encontrar muchos juegos de mazmorras de varios estilos, aunque gran parte nos presentan un inicio prometedor y lo que nos espera después son horas y horas de combates en mapas aleatorios sin apenas avance en el argumento hasta la recta final.
Esto no es algo necesariamente malo, pero ¿y si se pudiera aprovechar cada progreso y evento para contar la historia? El juego ganaría en continuidad y perdería un poco la sensación de reinicio continuo que suele aparecer en estos juegos –que también existe en este título, pero no tan acusado-.
De esta forma, en el juego, asumimos el papel de Tama, una antigua bandida que tiene como tarea escoltar a la sacerdotisa Koko en su peregrinaje por todo el continente. Durante su viaje, Koko muere, y Tama decide llevar el cadáver a la cripta del Nigromante, donde muchas leyendas dicen que allí habita este poder que puede resucitar a los muertos. Llena de desesperación, Tama entrará en la mazmorra con el objetivo de obtener el poder prohibido de la nigromancia y usarlo para recuperar a Koko, eso sí, ignorando todos y cada uno de los peligros que acechan en las sombras.
Con todo esto, Sword of the Necromancer: Resurrection promete transmitirnos dos mensajes interesantes y con una delicadeza sublime: es posible la vida después de la muerte gracias a los recuerdos y su vividez, y la muerte nos rodea constantemente, aunque tratemos de relegar a un tabú y nos esforcemos en percibir como inquebrantable una vida que, en realidad, es muy frágil.
Un terreno conocido
Sword of the Necromancer: Resurrection es un juego de acción rogue-lite donde nuestro objetivo es explorar una serie de localizaciones para cumplir alguno de los objetivos marcados. Tenemos el componente aleatorio, así que en cada partida el mapa y el lugar de la salida para el siguiente nivel cambian. En definitiva, cada partida es algo diferente.
La dificultad de los mapas no es excesiva, pero siempre habrá algún peligro que durante las primeras horas nos bloqueará el paso. Esto lleva irremediablemente al desarrollo típico de rogue-lite: la muerte es habitual y necesitarás repetir una y otra vez tu exploración. La gracia está en que siempre hay un progreso mínimo para hacer más fácil la siguiente partida.
Por otro lado, tenemos un sistema de combate deudor de algunos de los referentes actuales del género, aunque si hay algo que hace a Sword of the Necromancer: Resurrection un juego algo diferente a lo habitual, es su sistema de órdenes y la posibilidad de revivir a los monstruos que derrotemos para que se unan a nosotros.
Gracias a ellos podemos configurar por completo la IA de nuestros acompañantes para que actúen según nuestras preferencias ante cualquier tipo de situación. Evidentemente, también podemos ajustar las prioridades de acción, de objetivos y de cada orden, permitiéndonos tener las batallas controladas hasta las últimas consecuencias. Esto nos ahorra, además, el tener que dar multitud de órdenes básicas (lo que no quita que siempre podamos darlas de forma manual cuando la situación lo requiera), aligerando considerablemente las batallas.
Se trata de un sistema extremadamente completo y satisfactorio como pocos una vez se domina. Una auténtica pasada que recuerda de sobremanera al sistema de gambits de Final Fantasy XII.
Mazmorras y resurrecciones
Por lo demás, Sword of the Necromancer: Resurrection es un rogue-lite más redondo que la media. Entretenido, constante sensación de progreso en evolución de personajes e historia, y una puesta en escena correcta, no escapa de las limitaciones propias de este desarrollo diseñado para explorar, fallar y reintentarlo de nuevo. Aun habiendo mejores contendientes, quienes disfruten del subgénero lo van a pasar bien con las aventuras de Tama.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC facilitada por Grimorio of Games.