SokoChess White

Aunque los hay de muchos tipos, los juegos de estrategia se dirigen a un público muy concreto. El estilo casual normalmente está reñido con este género que demanda poner toda la carne en el asador para ganar las batallas, ya que hemos de dar lo mejor de sí para seguir avanzando. En este sentido, nuestra materia gris se pone en marcha, alcanzando, poco a poco, su pleno rendimiento a medida que se superan obstáculos.

No obstante, los juegos de puzles, por lo general, se encuentran a mitad camino entre la exigencia y la relajación de echar una partida junto a un buen café. Sin la presión de sufrir una pérdida de efectivos en el combate, poder intentar resolver el nivel una y otra vez sin penalización es un buen pretexto para iniciarse en eso de los rompecabezas, a pesar de que carezca de un hilo conductor narrativo que nos mantenga en vilo.

Y como no podía ser de otra manera, SokoChess White, el título más reciente de Daisy Games, describe a la perfección esto último mediante un desafío gradual que busca exprimir al máximo nuestro cerebro.

Un híbrido estratega

Como ya hiciera SokoChess en su momento, su spin-off SokoChess White le da un giro de tuerca al tradicional ajedrez gracias a su mezcla con el también famoso sokoban –un pasatiempo en el que el objetivo es mover una serie de elementos hasta llevarlos a su posición–. Con la peculiaridad de que solo existen piezas blancas en pantalla, podemos llegar a pensar que los obstáculos serán menores; nada más lejos de la realidad. 

Daisy Games es un estudio que se caracteriza por querer aprovechar el potencial cognitivo de toda persona que caiga en sus encantos. A pesar de que no corremos el riesgo de que los peones, alfiles y caballos, entre otros, desaparezcan porque el adversario se los coma, la presencia de inagotables trabas incrementa la dificultad de la sencilla premisa de mover unas simples piezas. Ejemplo de ello son las celdas que congelan todo objeto que cae en ellas o las cajas que hacen las veces de barrera para cumplir nuestro propósito.

Todo ello coexiste con los típicos movimientos del ajedrez, en los que las líneas rectas, las diagonales y los saltos entre barreras se convierten, a la vez, en amigas y enemigas, en función de a dónde queramos llegar y qué impide el desarrollo más óptimo.

La clave está en la premeditación

Por otra parte, también existen algunas similitudes entre este spin-off y su complementario. Esto es, el tablero mantiene una direccionalidad a partir de la cual algunas piezas no pueden retroceder. Asimismo, si cometemos un error y nos arrepentimos del último movimiento, el presente título permite que deshagamos tantas jugadas como queramos antes de reiniciar la pantalla y volverlo a intentar desde cero, un hecho que nos ayuda a ahorrar tiempo, sobre todo cuando tenemos dos estrategias en mente y no sabemos por cuál decantarnos.

De esta manera, y teniéndolo todo en cuenta, en SokoChess White estamos en constante adaptación. Ya no por el aumento gradual de dificultad, sino porque cada vez que se añade un escollo nuevo, el juego se toma la molestia, en todas las ocasiones, de ofrecernos un nivel tutorial que, sin texto ni indicación alguna, consigue que superemos la nueva situación sin mayor inconveniente. En otras palabras, a lo largo de los 70 escenarios que conforman el juego, no nos sentimos abandonados en ningún momento.

Pero sea como fuere, la ausencia de pistas hace que nos sintamos solos, incluso perdidos en algún momento, solo con la alternativa de confiar en nuestro buen hacer y en eso a lo que llaman lógica. Aun así, el ensayo y error también es una perspectiva sólida, especialmente cuando es necesario llevar a cabo muchos movimientos o cuando hay muchos recovecos en el tablero.

Jaque mate

Una vez más, Daisy Games sorprende con un divertido a la par que exigente título en el que los puzles son los principales protagonistas. Con una propuesta alternativa y original al elegante ajedrez, no nos queda más remedio que abrazar un pequeño vicio que nos enganchará más de lo que queramos admitir, puesto que por muy complicados que se tornen los niveles, siempre nos quedarán ganas de volver a intentarlo una vez más.

En resumidas cuentas, SokoChess White es una alternativa, a su manera, relajante a los pasatiempos tradicionales a causa de una atmósfera serena gracias a una banda sonora que respeta nuestro tiempo y espacio. Bien sea para echar un rato corto o para sesiones de ejercicio mental, el juego que nos ocupa y sus directos niveles conforman la opción perfecta para cualquier tipo de sesión videojueguil.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC facilitada por Daisy Games.

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