Lost Eidolons

Durante la última década, Fire Emblem ha pasado de ser una saga de nicho cuya continuidad se ha visto constantemente amenazada por su bajo rendimiento comercial a una de las principales caras visibles de la Nintendo actual. Sí, todavía no puede compararse con las ventas de los gigantes más grandes de la compañía nipona, pero la calidad de sus juegos y el compromiso con la accesibilidad de sus últimas iteraciones finalmente llevaron la franquicia a las grandes masas.

Por sus mecánicas jugables, su narrativa y su elevado apartado artístico, Intelligent Systems ha conseguido transformarse en uno de los grandes estudios made in Japan mejor valorados en Occidente. Tanto es así que muchos estudios han aspirado a imitar la fórmula forjada por Shouzou Kaga, el alma máter de este entretenimiento videolúdico, pero pocos han conseguido hacerlo con relativo éxito. Ninguno prácticamente ha logrado superar al maestro, y aun con todo, la gente de Ocean Drive Studio ha conseguido que su ópera prima, Lost Eidolons, se encuentre entre las experiencias recomendadas.

En este caso, ofreciéndonos una historia que se desarrolla en un imperio en declive y fragmentado por una guerra civil. Una historia que nos pone en la piel de Eden, un entrañable capitán mercenario que se ve forzado a convertirse en comandante rebelde cuando su pueblo es azotado por la guerra. Una historia con un nivel narrativo que nos sumerge en un mundo complejo y muy bien construido, repleta de giros inesperados y que sabe mantener todo nuestro interés mientras toca temas sorprendentemente adultos y delicados.

Diferentes habilidades que hacen que cada combate sea diferente

El combate por turnos siempre ha estado ligado al género RPG o de estrategia, desde los clásicos Final Fantasy, pasando por sagas occidentales, ya que uno de los aspectos que más diferencia a los distintos estilos de RPG existentes es la forma en la que tratan la colocación de nuestros personajes y en cuanto afecta eso al combate en sí. Es decir, el posicionamiento significa considerar también factores como la movilidad y la colocación, detalles que aumentan la forma de enfrentarnos a los problemas que nos plantea.

Usando un sistema en el que cada batalla consiste en mover cada unidad de tu ejército por separado sobre un mapa dividido en una cuadrícula, con el fin de llevar a cabo desplazamientos, ataques y hechizos en un orden determinado, Lost Eidolons presta mucha atención al posicionamiento para que podamos ubicar a casi cualquier unidad que tengamos entre nuestro ejército, cada una con sus características y ataques que son de cosecha propia.

De la misma forma, contamos con una enorme cantidad de herramientas y posibilidades estratégicas para que siempre podamos adaptarnos a cualquier tipo de situación. Por ejemplo, hay toda una serie de condiciones y precondiciones que pueden conseguir que ciertas habilidades tengan una efectividad mucho mayor en el campo de batalla. En general, las sensaciones que nos ofrece el combate de Lost Eidolons son parecidas a las del resto del juego: una gran sensación de libertad y una enorme riqueza de posibilidades superior a cualquier oferta contemporánea.

Unas sensaciones que también se extienden por el campamento, un lugar en el que muchos de los personajes que componen la aventura se construyen a través de arquetipos clásicos perfectamente adaptados y caracterizados a las necesidades del guión. Estos evolucionan a través de los sucesos de la trama y emprenden acciones que, junto a las decisiones del jugador, son determinantes para el porvenir de la aventura.

Saber como explotar las debilidades del resto

Es más que evidente que todos tenemos capacidades que son positivas y otras que probablemente no lo son tanto. Y precisamente es por eso que tenemos que aceptarlas, ya que eso supone algo más profundo que comprender y podremos asimilar de una forma más objetiva que se trata de algo natural. Lost Eidolons valora nuestras fortalezas y debilidades mediante un sistema de combate que responde a las debilidades y resistencias de los enemigos, y que están relacionadas con las armas y armaduras que portamos. Hay varios tipos de daño, físicos y elementales, y dependiendo de las armas que tengamos equipadas, podremos infligir diferentes tipos de daño.

La expresión ensayo y error, también conocida como prueba y error, es un método en el que todo se reduce a experimentar, fracasar y seguir intentándolo. Y la obra que nos ocupa es un estudiante que hace bien sus deberes en ese aspecto. Trata de evitar la sensación de angustia y ansiedad en el fragor de cada combate, ya que, sin conocimientos previos sobre el uso y manejo de las armas, es imposible que pongamos a prueba nuestra efectividad. En pocas palabras, es una obra que invita a usar la cabeza antes de subirse a una moto desbocada.

Fire Emblem y su influencia en la industria

El legado de la serie Fire Emblem no se determina solo por los asombrosos juegos que la componen, ya que, después de todo, definir exactamente qué constituye un juego de la saga es un poco complicado, porque hay muchos elementos centrales que constituyen un todo.

No todos los títulos son “Fire Emblem de…”, y tampoco existe una exclusividad entre esta entrega y sus características narrativas de evocación, pero es evidente que su influencia ha alcanzado niveles considerables de un tiempo a esta parte. Y, mientras se siga utilizando este impacto para explorar nuevas vertientes argumentales en los videojuegos, mayor será la importancia del medio como generador de productos culturales con los que aprender, reflexionar y, como no, divertirse con obras como este Lost Eidolons.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC facilitada por XOGO Consulting.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí