La ciencia ficción ha tratado el futuro con respeto, incluso con temor. Pocos son los ejemplos que nos hemos encontrado donde el desarrollo tecnológico simbolice la perfección, donde se haya creado una sociedad estable y justa que no permita que nada les ocurra a sus ciudadanos. Lejos quedan las utopías, pues en la mayoría de los casos, la tecnología avanzada se convierte en un arma de opresión, ya sea por la propia mano del hombre o por la voluntad de las máquinas.
Desde la Guerra Fría, se teme la posibilidad de un ataque nuclear a escala mundial que erradique la humanidad, y los videojuegos no se han mantenido ajenos a esa situación. Ha mostrado la dificultad que tendríamos para adaptarnos a este nuevo entorno, tendríamos que renunciar al mundo como lo hemos conocido hasta ahora y no se podría asegurar siquiera nuestra supervivencia. Por eso existen obras como Life of Delta, una aventura gráfica ambientada en un mundo postapocalíptico en el que los humanos han sido aniquilados tras la Gran Guerra.
Los únicos supervivientes son robots de servicio deteriorados y lagartos humanoides que nacieron tras los prolongados efectos colaterales de la radiación nuclear. Nuestra historia sigue a Delta, un pequeño robot de servicio que, como cualquier otro robot, solo intenta sobrevivir en este entorno hostil.
Un viaje por un enorme entorno postapocalíptico
Por duro que sea el viaje en ocasiones, y este es un juego difícil, Life of Delta se las arregla para que nunca falte una sonrisa en tu cara. Se inspira en grandes clásicos de la talla de Another World o Flashback, y a partir de ahí no deja de crecer y sorprender a cada paso que das. Los primeros rompecabezas son sencillos: mueve una caja aquí, salta para allá, acciona ese interruptor… hasta que la cosa se complica, y además de todo eso, debes recoger y combinar objetos y por supuesto, resolver puzles más sesudos, algunos muy originales y, sobre todo, explorar; investigar a fondo unos escenarios que aquí son los auténticos protagonistas de la acción.
Es lo que más valoro de la aventura que protagoniza estas líneas; es lo que hace de esta una aventura superior a la media. Los rompecabezas, los desafíos que plantea, no se sienten ajenos a ese maravilloso mundo pintado a mano que con tanta pasión exploramos. Forman parte de él; son una pieza más dentro de un complejo entramado de niveles que se relacionan entre sí, y con la propia historia que se relata, de una forma tan sutil, tan genial, que es difícil no aplaudir a rabiar el trabajo desarrollado por la gente de Airo Games.
Alguien te pide algo y ese algo se encuentra en un lugar distante al que, para acceder, antes debes sortear otras pruebas que requieren de objetos ocultos, eso es, en otro escenario. Suena a lío, sí, pero Life of Delta plantea su acción de forma tan inteligente, que nuestros avances se producen de forma natural, fluida, sin que la frustración nos invada en ningún momento. Asimismo, el arte del título de marras no está presente sólo para hacer del juego algo bonito, sino que está íntimamente ligado en lo jugable con la aventura. Y es verdad. Muchos de los rompecabezas que plantea requieren de una atención especial a los escenarios.
Hay que mirarlos, por bonitos, que lo son, pero también porque esconden pistas necesarias para resolver los acertijos que esta obra crea con tanto ingenio. A veces se pasa de sutil, pero en líneas generales, la pura lógica impera en el fastuoso mundo postapocalíptico que retrata esta desafiante aventura.
Un apartado artístico genuino y de gran belleza
Ingenioso, original, espectacular en lo audiovisual, divertido, emocionante… Life of Delta es esto y mucho más, pues esta aventura de puzles es una de las mejoras cartas de amor que se han dedicado al género. Hay mucho encanto en el viaje que nos propone, pero también pasión y cariño por una obra a la que cuesta no querer como si fuera propia. Algunos retos algo enrevesados y ciertas imprecisiones en el sistema de control le restan algo de brillo a un videojuego que, pese a todo, resplandece como pocos.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de Xbox Series X|S facilitada por PressEngine.
