DreamWorks All-Star Kart Racing

Sí, han tenido éxitos. Muchísimos, en realidad. Desde 1998, cuando el estudio echó a andar tal y como lo conocemos ahora, DreamWorks Animation se ha apuntado tantos de la importancia de El príncipe de Egipto, Como entrenar a tu dragón, Kung Fu Panda (y su secuela) o la gran joya de su corona: Shrek. Sin embargo, no exagero al decir que la casa de Steven Spielberg, Jerry Katzenberg y David Geffen ha estado siempre acompañada por un sambenito muy incómodo: el de ser la gran segundona del cine animado.

Aun con todo, DreamWorks forma parte de la identidad de las dos generaciones que configuramos la cultura de Internet del presente. Es una de las fuentes principales en la que nos sentimos cómodos, tanto viendo sus películas como expresándonos a través de las susodichas, y creo que por esto algunas de sus películas son algunas de las más importantes de nuestra generación. Sea como fuere, como todas las productoras de Hollywood, DreamWorks no deja de ser una máquina de hacer dinero. Y por ahora, está cumpliendo esa función con soltura, lo que nos lleva hasta este DreamWorks All-Star Kart Racing, una propuesta que nos anima a pisar el acelerador hasta llegar a la meta.

Una propuesta que trae consigo un elenco estelar con personajes icónicos de DreamWorks que trae la irreverencia y la diversión a las carreras frenéticas de karts.

DreamWorks All-Star Kart Racing, a la artera y ligera irreverencia

Carreras con sensaciones arcade y el punto de diversión extra de las superestrellas de Nintendo. Desde la primera entrega, Mario Kart ha sentado cátedra en el terreno de los videojuegos de conducción, instaurando definitivamente lo que podemos considerar su propio subgénero. Una manera diferente, amena y para todo el mundo de entender las competiciones a motor a través de los mandos. Una fórmula que, 30 años después, ha sido ampliamente perfeccionada a través de sus propias secuelas. Copiada hasta la saciedad, pero muy pocas veces superada.

Lo cual no quita que, como veremos, DreamWorks All-Star Kart Racing también tenga sus propias capas de profundidad a través de las mecánicas de derrapes y estrategias propias de cada corredor en función del circuito y sus rivales. Esa clase de cosas que pasan desapercibidas en tu primera partida y van cobrando cada vez más importancia conforme vamos dominando el juego. Obteniendo copas e interiorizando su enorme grandeza. Especialmente, a dos jugadores.

Lo primero que debemos tener muy claro en DreamWorks All-Star Kart Racing es que, aunque nos parezca una propuesta simple a la sombra del fontanero más famoso de los videojuegos, estamos ante un juego de conducción realmente arcade. Lo más brillante de su diseño es que cada jugador podrá profundizar todo lo que quiera en su jugabilidad hasta encontrar un reto a su nivel. Es por ello que, si buscamos un acercamiento sencillo, la obra que protagoniza estas líneas nos ofrece mapas accesibles y karts fáciles de manejar.

Sin embargo, si seguimos perfeccionando nuestro pilotaje y queremos un reto mayor, DreamWorks All-Star Kart Racing es capaz de ofrecernos una experiencia solo apta para los más expertos. Después de todo, dominar los derrapes, utilizar los objetos como es debido o controlar la potencia de los vehículos es todo un desafío. De esta forma, solo cuando competimos contra los mejores nos daremos cuenta de que ser un verdadero maestro es algo al alcance de muy pocos. Y gracias a todos estos elementos vamos a disfrutar de partidas frenéticas, estratégicas e impredecibles, ya que hasta el último momento todo será posible.

Cuando pisar el acelerador

Dicho de otra manera, es en todo esto donde encontramos su principal fortaleza, ya que una vez pisas el acelerador y te haces a los controles tras unas pocas carreras, se destapa como una obra extremadamente divertida que esconde una profundidad de juego muchísimo mayor de lo que podría parecer. Un juego divertidísimo, accesible y profundo a los mandos que brilla especialmente cuando lo disfrutamos en compañía de nuestros amigos, pero cuyos contenidos no están a la altura.

Lamentablemente, todo este buen hacer en lo puramente jugable no se ha acompañado con unos contenidos a la altura de las circunstancias, lo que acaba por dejarnos con un título que, al menos en su lanzamiento, da la impresión de estar a medias. Esto es algo que queda especialmente patente en su escasísima oferta de modos.

Un elenco estelar

Encontrar el videojuego adecuado para los más pequeños no siempre es sencillo. Y aun cuando algunos de los mejores títulos de todos los tiempos fueron hechos precisamente para los más pequeños de la casa, es importante que existan etiquetas informativas, como el código europeo PEGI, que permitan a los padres hacerse una idea de la edad recomendada de cada título, pero no siempre tienen en cuenta todas las variables de un juego.

Y aun cuando DreamWorks All-Star Kart Racing tiene un largo y duro camino por delante para salir con fuerza mientras pitufa el acelerador, lo cierto es que es un juego divertidísimo, accesible y profundo a los mandos que brilla especialmente cuando lo disfrutamos en compañía de nuestros más allegados.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC facilitada por Meridiem Games.

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