Byte Lynx

Los medievales, los espaciales o los fantásticos. Los juegos de estrategia permiten digitalizar conflictos bélicos, atender a la diplomacia, aprender historia a mil por hora y disfrutar de idílicos periodos de paz — en ‘Balance of Power’ o ‘DEFCON’ era directamente requisito para vencer— en un mundo conquistado a golpe de bayoneta y mortero.

Con semejantes propiedades, la velocidad y la capacidad para tomar decisiones y resolver problemas juegan un papel central en obras como Byte Lynx, un trepidante RTS sin unidades en el que tendremos que construir las mejores defensas posibles, desmantelar a todos los enemigos que encontremos a nuestro paso y robar sus edificios.

Construyendo una economía sólida

Los juegos de estrategia son una manera de entretenimiento en donde se ponen a prueba diferentes habilidades de planificación, pensamiento crítico, resolución de problemas y gestión de recursos; con el fin de lograr un objetivo o conseguir la victoria para pasar a otro nivel.

El concepto principal de este tipo de juegos es que se creen estrategias y tácticas para ganar una batalla, obtener dinero, puntos, etc. En algunos casos, especialmente en los juegos militares, se deben derribar a los enemigos, y el éxito está en pensar de forma inteligente para lograr avanzar en el juego.

En otros casos, al jugador se le concede una vista del mundo absoluta, dándole la posibilidad de controlar las unidades bajo su poder. Además, se le asignan responsabilidades como crear imperios o cuidar determinada zona de la que está a cargo, de los invasores. Dentro de los juegos de estrategia existen diversas variantes, lo que los hace perfectos para todos los gustos. Y propuestas como la que protagonizan estas líneas, Byte Lynx, tratan de salirse por la tangente, puesto que aquí no controlamos a diferentes unidades militares en el sentido estricto de la palabra.

En su lugar, somos lo más parecido a una entidad virtual omnisciente y omnipresente con la que tenemos que abrirnos paso a lo largo de diferentes mapeados. Una entidad que es capaz de controlar/conquistar una serie de nodos que tienen en su haber diferentes funciones, desde llevar a cabo un recorrido más o menos lineal, hasta la recolección de recursos para construir edificios y armas para poder derrotar a nuestros enemigos.

De esta forma, cada batalla, cada edificio y arma que ves en el juego ha sido diseñada con una atención por el detalle digna de elogio; pero lo mejor es que el propio diseño de las misiones contribuye a contar una historia que se sigue con interés. Una historia que se cuenta por medio de cinemáticas y diálogos varios durante y entre misiones. Por lo demás, la aventura de marras ofrece un sistema de control muy eficiente al que no se le pueden poner muchas pegas, dado que es bastante fácil de controlar y de mejorar a través de las teclas de acceso rápido, haciendo que el juego sea más fluido y dinámico de lo que puede parecer.

Un RTS desafiante a la par que divertido

Al final, Byte Lynx es un juego de estrategia que creemos que va a gustar a los aficionados al género en general y, sobre todo, a los que ya hayan jugado a otros juegos que también han hecho que vuele el tiempo delante de la pantalla del ordenador. Nosotros hemos disfrutado muchísimo de la campaña, altamente rejugable y con un montón de posibilidades. Todo eso mientras pensábamos nuestro siguiente movimiento, y cómo podíamos explotar mejor los recursos o cuál es la mejor vía para escapar de este misterioso planeta mecánico.

Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC facilitada por PressEngine.

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