Es de sobra conocido el gusto de los japoneses (tanto de los jugadores como de los desarrolladores) por asumir ciertas convenciones, tanto en la forma de narrar las historias como en relación con la personalidad de los personajes que protagonizan los JRPG. Las razones que explican este gusto por lo arquetípico y lo conocido, por construir e innovar sobre ciertas bases predefinidas, son plenamente culturales y podrían dar para una entrada independiente (que estaré encantado de abordar si así lo queréis), pero es un hecho que esta realidad existe en los JRPG.
Este gusto por la figura del tropo (o arquetipo) no existe de forma tan acusada en los RPG occidentales (más allá de los conceptos generales de ambientación), por lo que esta circunstancia nos puede chocar o acabar cansando. Muchos jugadores, tras jugar a dos o tres juegos de alguna de las sagas JRPG típicas (por ejemplo, Final Fantasy, Dragon Quest y Tales of), ven tantas similitudes entre esos juegos y las historias o personajes que se muestran en los mismos que pueden perder interés por los JRPG, o que acusan a los mismos de “falta de innovación” frente al RPG de corte occidental.
Por suerte, dentro del JRPG, la saga Atelier supone un pequeño nicho que apela a un público muy concreto. La serie, que lleva por estos lares más de 25 años, recurre a la imaginería, los tropos y gran parte de las características que asociamos a los juegos de rol clásicos japoneses, y los despoja de la épica para transformarlos en aventuras de corte casi costumbrista.
Sus heroínas, jóvenes encantadoras y llenas de virtudes al estilo de los héroes tradicionales, no están llamadas a salvar el mundo ni a derrotar a un gran enemigo, sino que se mueven guiadas por sus propios sueños y el deseo de ayudar a su comunidad. Y esto es muy refrescante.
Atelier Marie: cuando hay que perseguir los sueños
Y si no, que se lo digan a obras como Atelier Marie Remake: The Alchemist of Salburg, el origen de la serie que protagoniza estas líneas adaptado a los tiempos que corren. Un origen en el que Marie, parte protagónica del juego, no está teniendo mucho éxito en sus estudios de alquimia. Sin embargo, un día, su profesora le entrega su propio atelier como parte de un examen de graduación especial. Y para graduarse, Marie deberá crear un objeto que impresione a su profesora.
De esta forma, comienza una aventura en la que vivir una vida soñada puede ser la mayor realización que se puede alcanzar. Los sueños ayudan a generar metas, es por ello que se debe luchar y aprender a definirlos para que las acciones que se realicen estén siempre encaminadas hacia conseguirlos. En el camino aparecerán dificultades, pero sí se tiene siempre clara la meta final como punto a lo que se quiere alcanzar, se llegará hacia lo que verdaderamente se desea.
Y dado que el mundo en el que nos encontramos está pensado para que diferentes personajes logren alcanzar sus sueños, el juego nos permitirá conocer a gran cantidad de secundarios con diferentes objetivos vitales a los que tendremos la oportunidad de ayudar.
Después de todo, Atelier Marie Remake: The Alchemist of Salburg nos permite Vivir en un mundo de fantasía y no limitarnos a tener que salvarlo. Convertirnos en una alquimista porque así lo queremos nosotras y no para luchar contra los demás. Es el mejor ejemplo del excelente estado en el que se encuentra la saga.
Una experiencia “chill” con un estilo audiovisual arrebatador
El mayor obstáculo a la hora de entender las muchas bondades de Atelier Marie Remake: The Alchemist of Salburg lo encontramos en la rigidez de sus primeras horas y lo innecesariamente enrevesado de su tutorial. El comienzo del juego carece de ritmo, no tiene en cuenta el input del jugador y, lo que es mucho más grave, no sabe introducir con interés sus excelentes sistemas de juego. El mejor ejemplo de esto lo encontramos en la presentación de la alquimia, la mecánica por la cual creamos nuevos objetos. Para poder poner a prueba nuestras dotes de alquimistas necesitaremos en primer lugar una receta y un caldero.
Siguiendo la receta tendremos que elegir las materias primas pertinentes que puedan materializarse en el producto final. Y aunque el sistema parece complejo al explicarse de esta forma, en realidad es muy intuitivo. De hecho, la síntesis en sí misma, una especie de puzle en la que habremos de encajar las propiedades elementales de cada elemento de la receta, está bien, es bastante ágil, recompensa la creatividad y la detección de patrones.
Sin embargo, cuando Atelier Marie Remake: The Alchemist of Salburg se abre a nosotros se convierte en una experiencia muy placentera. Salburg, con su encantadora ciudad y diferentes ecosistemas, siempre nos ofrece algo interesante que explorar, mientras que el sistema de encargos nos permite controlar el ritmo al que avanzamos. Y aun cuando con el paso de las horas es fácil verle algunas de las costuras, la obra que protagoniza estas líneas es más ingeniosa y resultona que muchas otras sagas clásicas JRPG con las que podemos intentar compararlo.
Una nueva apuesta para la era de la alquimia
Al final, Atelier Marie Remake: The Alchemist of Salburg es un juego cuidado que pone de relieve la veteranía y la experiencia del equipo de Gust a lo largo de 25 años de historia. El título, que mejora con el paso de las horas, es lo suficientemente profundo y encantador como para mantenernos inmersos en su universo sin necesidad de explotar una historia o abusar en exceso del conflicto entre los personajes secundarios.
Marie, Dio, Schia, Enderk, y el resto de habitantes de Salburg, construyen un agradable tapiz al que es sencillo querer regresar. Nunca una saga tan veterana se había sentido tan fresca, y más aún cuando se trata del remake de la entrega que la inauguró. Nunca un género tan rígido había hecho tantos esfuerzos por innovar.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PlayStation 4 facilitada por Koei Tecmo.