Alba: A Wildlife Adventure

Abrir a menudo el baúl de los recuerdos nos permite andar una y otra vez repasando tiempos pasados que nos parecen ahora mejores. Por ejemplo, la infancia, para la mayoría de los aquí presentes, fue una época maravillosa y feliz donde los veranos los recordamos estupendos y también con algunas cosas en común, pues han estado compuestos de momentos que nunca volverán pero que forman parte de nuestra historia. A través de una aventura en tercera persona, Alba: A Wildlife Adventure nos recuerda esos tres meses que parecen tres días, rememorando algunas de las cosas que más echamos de menos de nuestra niñez. 

En este caso, sirviéndose de una atractiva ambientación mediterránea inspirada en las decoraciones de las zonas costeras de la Comunidad Valenciana que busca concienciar a jóvenes y adultos con el fin de cuidar el medio ambiente.

Nuestro último verano

España es uno de los destinos favoritos de los turistas de todo el mundo, ya que la gastronomía, la cultura y el buen tiempo son algunos de sus principales baluartes. Si bien, también hay algunos estereotipos muy extendidos que a pesar de que ayudan a encasillar la compleja realidad, también pueden desvirtuar nuestra esencia personal, convirtiéndose en una proyección virtual sumamente distorsionada. La industria del videojuego lleva mucho tiempo recreando entornos ubicados dentro de nuestras fronteras donde los estereotipos ganan por goleada. El más habitual, el torero, ofrece una imagen bastante extraña a la que estamos acostumbrados, y aunque el proceso de globalización en la cultura avanza en la dirección correcta, todavía quedan pequeños reductos.

Alba: A Wildlife Adventure

Alba: A Wildlife Adventure no escapa de los estereotipos, pues nada más hacernos a los mandos de esta propuesta es imposible no pasar por alto algunas situaciones inverosímiles, como la de que un lince ibérico, cuyo hábitat se sitúa en áreas de bosque mediterráneo con abundante matorral, campe a sus anchas por una playa. A pesar de esta absoluta libertad creativa que no pasa de la anécdota, el juego de marras nos ofrece una dulce selección de elementos de la costa, totalmente recolectados, secados y triturados para dar formar a una ficticia isla del Mediterráneo llamada Pinar del Mar. Se trata de un entorno rural idealizado que nos hace sentir como si nuestra infancia volviera, un entorno que pone de manifiesto la valoración de la vida en los pueblos frente a la vida en las ciudades.

Es una acertada reinterpretación romántica con partes de la Albufera, el Marjal dels Moros en Sagunto, El Palmar, el castillo de Serra o la Ermita de Náquera. Y pese a que vamos a encontrar muchas similitudes a lo largo de sus paseos marítimos, callejuelas y campos de cultivo, también se siente como un espacio único y genuino donde cada habitante tiene una interesante historia que contarnos. 

Ecologistas en su lucha contra el capitalismo destructor

Los videojuegos sirven también para aprender. Y si no, que se lo digan a todas esas herramientas didácticas que han permitido mejorar la enseñanza. De acuerdo con lo anterior, Pinar del Mar es un escenario de aprendizaje, un espacio digital donde participan diferentes personajes con el objetivo de aprender, a este respecto, la importancia del sentido de la vida. Se suele decir a veces que los seres humanos somos poderosos y tremendamente destructivos, arrasando todo lo que encontramos a nuestro paso. De hecho, en el peor de los casos, no somos capaces de cumplir ni un solo objetivo para detener la destrucción de la naturaleza, un escenario sombrío que afronta un alto riesgo de extinción. 

En su lugar, preferimos aliarnos con el capitalismo, un adversario temible que en este caso está basado en la construcción y compra de los hoteles, y que atenta contra la degradación del suelo, la deforestación y la destrucción de la biodiversidad. Sí, verde como la naturaleza, Alba: A Wildlife Adventure es un alegato a favor del medio ambiente y la defensa de los recursos naturales. La meta de nuestra protagonista es esa y no tanto pasear por una isla mientras pasamos nuestras vacaciones buscando nuevos y adorables animales a los que fotografiar. Tenemos un compromiso, una cuestión esencialmente ética con la que seguir adelante, ayudando a aquellos que no pueden valerse por sí mismos y dando lo mejor de nosotros para la preservación de la naturaleza.

Alba: A Wildlife Adventure

Alba: A Wildlife Adventure sabe como brindarnos todos estos valores por medio de un desarrollo empático y sumamente entrañable. Un desarrollo que nos ofrece una mirada nostálgica para recordar veranos pasados y que apenas necesita unas pocas horas para hacer click antes de que nuestras emociones nos desborden.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de Xbox One facilitada por Bastion.

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