La Enciclopedia Dreamcast

La historia de SEGA es muy peculiar porque -como veremos a lo largo de este escrito- han desarrollado algunas de las consolas más punteras y títulos que han sido sumamente representativos, pero que lamentablemente no han sabido comercializar.

Para muchos es sabido que el sector del desarrollo de software y hardware, en el campo del entretenimiento, es muy competitivo. Es un sector muy pegado a la innovación tecnológica y esto hace de él un potente eje industrial que actualmente mueve más dinero que las industrias del cine y la música juntas.

De alguna forma, la gente de SEGA ha sido capaz de lo mejor y de lo peor, incluso teniendo mejor tecnología que la competencia. La toma de decisiones como, por ejemplo, no invertir en marketing en lanzamientos de determinados juegos o consolas, fue letal. Por no hablar de las rivalidades entre las sedes de la misma compañía… tan habituales como devastadoras, siempre ha rallado lo ridículo.

Sea como fuere, lo cortés no quita lo valiente. Y si no, que se lo digan a consolas como SEGA Dreamcast. Porque los que vivimos su nacimiento desde que se anunciara a mediados de 1998 sabíamos que nos íbamos a encontrar a una consola muy especial. No sólo nos cautivó con las primeras imágenes de lo que podía hacer, sino también por sus posibilidades online. Y personas como Ramón Méndez González, traductor,​ periodista,​ escritor​ y académico​ gallego especializado en el ámbito de los videojuegos, nos demuestran a través de “La Enciclopedia Dreamcast”, porqué la consola que nos ocupa marcó un antes y un después en la industria.

Concretamente, por medio de una completa enciclopedia, valga la redundancia, que trata con detalle los más de 200 juegos lanzados en territorio europeo, así como un repaso a muchos otros títulos que no se lanzaron por estos lares.

El adelantado a su tiempo

A comienzos de este milenio, el mundo de los videojuegos vivía un salto tecnológico muy interesante, sobre todo por la incursión de una bestia de 128 bits en los hogares: la consola Dreamcast de Sega, que, a la postre, sería la última videoconsola de la mítica compañía nipona. Aunque el dominio del parque consolero ya correspondía a la primera Playstation de Sony, la consola blanca de Sega era la máquina más avanzada y alucinante del mercado. Y la prueba de esta potencia gráfica estuvo auspiciada por títulos como Shemmue, Soul Calibur o Resident Evil: Code Veronica.

Más allá de poner de manifiesto las bondades de la consola que nos ocupa, además de varios periféricos que enriquecieron la experiencia más allá de los mandos, “La Enciclopedia Dreamcast” dedica un espacio considerable repasando los títulos que se lanzaron por estos lares (y más allá de territorio europeo). Un repaso lleno de nostalgia con propuestas que han marcado la vida de millones de jugadores. La ya mencionada obra de Yu Suzuki es una muestra fehaciente de ello, dado que supuso un antes y un después en la historia de los videojuegos, marcando a una generación de soñadores, los que pudieron y supieron disfrutar de ella en los circuitos de una máquina tan fugaz como brillante.

Si bien, Dreamcast se nutrió de una gran cantidad de juegos de lucha que marcaron una frontera tecnológica por las que las máquinas recreativas comenzaron a perder su ventaja en detrimento con las consolas de sobremesa. Además del grandísimo Soul Calibur, también recibió con los brazos abiertos grandes incorporaciones como Dead or Alive 2 o Marvel vs Capcom 2: New Age of Heroes, con una fantástica selección de luchadores y muy buenas mecánicas.

Dicho de otra manera, la plataformas de marras podía presumir de tener un catálogo a la altura de las circunstancias.

Las cancelaciones más dolorosas

La lista de cadáveres en la industria del videojuego es larga, muchos proyectos nunca llegan a conocerse o siquiera llegar a convertirse en código, pero incluso llegar a ese estado no es garantía de nada y la cancelación, el cierre del estudio o cualquier otra circunstancia extraordinaria está siempre a la vuelta de la esquina. Dreamcast murió y, de forma miserable. Llegó demasiado tarde en el declive de SEGA en cuanto al hardware como para revertir una larga tendencia a la baja.

Y en un espacio tan fascinante como desolador, un espacio de potencial puro manchado por la triste realidad en el que cualquier título podría haberse convertido en algo maravilloso e increíble, si tan solo alguien con la necesaria influencia hubiera creído en él, existen unas cuantas propuestas que estuvieron en desarrollo. Quizás la realidad, en el caso de que estos proyectos hubieran llegado a salir al mercado, hubiera marcado otra cosa, quizás hubieran sido juegos imperfectos, plagados de problemas o de ideas de diseño no compartidas que hubieran levantado en armas a los aficionados; pero en este limbo son perfectos, y en su perfección los admiramos y nos preguntamos que podrían haber sido.

En este sentido, “La Enciclopedia Dreamcast” concluye su largo epitafio con una selección de títulos que se quedaron a mitad camino debido a varias circunstancias, entre ellas, la trágica y breve defunción de la consola de marras. Una consola pequeña y elegante, con ideas en las que fue pionera, y que se han convertido a posteriori en características estándar de la actual generación de consolas. En otras palabras, mucho de lo que Dreamcast ofrecía en su momento forma parte de la situación actual de la industria de los videojuegos. Y eso no se lo va a quitar nadie.

Esta reseña ha sido realizada gracias a un ejemplar físico facilitado por Héroes de Papel.

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