wo long

Hemos visto tantos sucedáneos de souslike, unos buenos y muchos otros no tanto, que desconfiamos un poco de cada RPG de acción que se anuncia con este reclamo. Unos aciertan con el sistema de combate, otros con la ambientación, pero suelen fallar en algún aspecto que consideramos clave y el conjunto no termina de ser redondo; los NiOh y Lies of P son probablemente los que más se han acercado –con su propia personalidad- al nivel de FromSoftware.

La verdad por delante. Wo Long: Fallen Dynasty es una copia muy obvia de Sekiro: Shadows Die Twice, y no solo de él. Tiene cosas de Dark Souls, Elden Ring, de The Surge 2 y, obviamente, también de las dos entregas de NiOh. Ahora bien, no importa lo más mínimo que un videojuego copie, se inspire, o tome prestadas ideas de otros títulos. Si el resultado es bueno, divertido y cuenta con destellos propios, bienvenida sea la copia. Porque, en realidad, el arte avanza copiando a sus precursores y aportando sólo una pincelada extra marca de la casa.

Y en eso consiste este Wo Long: Fallen Dynasty, una obra que nos sitúa en plena Rebelión de los Turbantes Amarillos pero remozada con magia, demonios y fantasía, y un anciano conocido como el Taoísta de negro que emerge como el estereotipo de villano malvado que quiere corromper todo. Ahí asoma la figura del protagonista, que debe detenerlo aliándose con personajes históricos del folclore chino. Un pretexto que sirve para justificar la acción y el viaje por los escenarios del juego.

El problema aquí lo tenemos en que la narrativa deja bastante que desear y el guión es de todo menos interesante, por lo que la trama principal nunca llega a convertirse en un gancho lo suficientemente fuerte como para animarnos a continuar jugando para saber más, motivación que nos llegará por otros factores del juego. Eso sí, también es justo decir que en la recta final mejora bastante y nos esperan un buen número de sorpresas.

La leyenda del elixir eterno

Entrando ya en lo que es su jugabilidad, Wo Long: Fallen Dynasty nos ofrece un combinado de elementos de varios juegos de éxito, utilizando como base los mencionados hasta el hartazgo NiOh, por lo que resulta casi inevitable hacer mención a estos títulos, aunque será algo a lo que intentaremos recurrir lo menos posible.

De este modo, tenemos una aventura de rol y acción en la que nos tocará explorar una serie de niveles desde el punto A hasta el B, donde nos aguarda una gran batalla contra un jefe final. Evidentemente, estas fases están repletas de bifurcaciones, atajos y secretos para quienes quieran investigar hasta el último de sus rincones, aunque el camino a seguir suele ser siempre más o menos evidente y lineal.

El diseño de estas pantallas nos ha parecido algo irregular, ya que nos encontraremos con fases realmente buenas, bien estudiadas y con mecánicas únicas que aportan variedad, aunque otro gran número de ellas se sienten mucho menos inspiradas, contentándose con ofrecer un laberinto de pasillos con trampas y poco más.

Uno de sus puntos fuertes lo tenemos en el sistema de combate. Aunque usa un sistema similar al de otras propuestas, resulta especialmente dinámico al ofrecer la posibilidad de realizar combos combinando los botones de ataque fuerte y débil, algo que gana en profundidad en el momento que empezamos a aprender técnicas concretas para situaciones determinadas. Gracias a este sistema, el título nos ofrece unos combates muy agresivos y con una intensidad abrumadora que pondrán a prueba nuestros reflejos, habilidad con el mando y nuestra concentración. 

No han sido pocas las veces en las que nos hemos olvidado hasta de respirar contra algunos jefes y no exageramos si decimos que son los mejores que jamás han hecho en Team Ninja, especialmente en las diferentes expansiones que complementan este Wo Long: Fallen Destiny, dejándonos para el recuerdo algunas batallas épicas y memorables. Cada victoria contra ellos es indescriptiblemente satisfactoria y nos dejará agotadisimos tanto a nivel mental como físico, lo que habla espectacularmente bien de lo que aquí se ha conseguido.

Evidentemente, los combates son mucho más que esto y nuestros enemigos disponen de numerosas formas de atacar que tendremos que aprender a leer a la perfección, ya que cada una requiere de una respuesta diferente. En general, combatir en el juego que protagoniza estas líneas es una experiencia sumamente gratificante que nos deja con duelos que son todo un espectáculo. Cuando jugamos bien, lo que vemos en pantalla son bellas danzas de espadas dignas de las mejores coreografías, algo que pocas veces habíamos visto representado de una forma tan redonda tanto en lo visual como en lo jugable.

Una danza de espadas con un gran valor cultural

Al final, Wo Long: Fallen Destiny es un juego que nos ha gustado mucho y que, a pesar de tomar prestados elementos de otros muchos títulos, ha sabido combinarlos adecuadamente para crear una experiencia muy satisfactoria y desafiante, pero con su propia personalidad y detalles únicos. Quizá le falte ese punto de brillantez que sí tiene la saga a la que toma como referencia, pero eso no quita que sepa ofrecernos una aventura tremendamente disfrutable y con una ambientación fascinante que muchos echamos de menos. Si os gusta el género y lo que propone, podéis estar seguros que lo nuevo de Team Ninja difícilmente os decepcionará. No os lo perdáis.

Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PlayStation 5 facilitada por Koei Tecmo Europe.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí