Syberia

En el mundo de la creación de productos literarios y audiovisuales, de manera habitual se quiere dotar a las historias con las que se trabaja de elementos que las hagan creíbles. Por ello, en un gran número de productos, sobre todo aquellos que se alejan más de nuestra realidad, se han creado personajes dotados de un idiolecto, o pueblos, razas o especies que cuentan con una manera de hablar común o hasta de una lengua propia.

Por ejemplo, en la serie Syberia, todo un referente dentro de las aventuras gráficas, aparecen unos personajes pertenecientes a la tribu youkol, un término que no aparece en ningún diccionario ni enciclopedia, ya que se trata de un pueblo ficticio que cuenta con escrituras diferentes. Dicho de otra manera, es una creación propia inspirada en los pueblos autóctonos de Siberia, que reproduce el imaginario colectivo sobre estos pueblos autóctonos. Tanto es así que esta cuarta iteración, Syberia: The World Before, sigue el mismo camino en pos de ofrecernos un periplo a través de los continentes y las épocas. Un periplo para recomponer el rompecabezas de una vida.

El tiempo narrativo

En eso consiste la obra que protagoniza estas líneas, aunque también va más allá del imaginario antes comentado, dado que representa cada uno de los hilos argumentales por medio de una línea, encontrando que un relato puede hacer que esas líneas se sitúen de muchas maneras, entretejiéndolas entre sí. Por un lado, la carrera como pianista de Dana Roze, una joven de 17 años que está presenciando el auge de la amenaza fascista en los albores de la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, el destino de Kate Walker en un entorno sumamente hostil y con un acontecimiento trágico de por medio.

Ambos pasajes argumentales, separados a través del espacio y el tiempo, conforman una aventura que aborda el mundo interior de las dos partes protagónicas, sabiendo entender sus emociones, defectos, cualidades y problemas en cualquier contexto.

Explorando los límites cinematográficos

Un personaje, un objetivo y una serie de obstáculos que superar para conseguirlo. Esta es la fórmula —básica y simplificada— que debe seguirse a rajatabla para articular una historia con eficiencia, y que tanto cine como videojuegos llevan aplicando desde sus orígenes en la inmensa mayoría de sus productos.

En el caso del medio digital, la evolución de las herramientas de desarrollo y la potencia de las consolas y ordenadores actuales ha favorecido la sofisticación de los relatos, pasando de propuestas tan sencillas como, por ejemplo, la de Super Mario Bros —en la que un noble fontanero con más de tres décadas entre cañerías debía salvar a la princesa — a otras mucho más ambiciosas, complejas y, por qué no decirlo, cinematográficas.

Estos ejemplos resultan modélicos en múltiples aspectos; abrazando con maestría la estructura clásica en tres actos, salpicando sus extensos guiones de giros dramáticos y puntos de inflexión presentes de igual modo en libretos para largometrajes, y dotando de matices y profundidad a sus protagonistas y antagonistas. Unas prácticas sobradamente refinadas que funcionan tan bien sobre el papel como en la pantalla

Syberia: The World Before ofrece una cercanía con la producción cinematográfica de manera muy considerable, heredando el lenguaje y las formas del cine en un medio basado tanto en lo visual como en lo interactivo a la hora de contar su historia, produciendo una combinación innovadora en el terreno de la narrativa. Además, la intensidad y matices —ya no sólo a nivel de voz, sino también de lenguaje corporal, y potenciada por un trabajo de planificación y cámara que solemos asociar al séptimo arte, en el que escalas, angulaciones, encuadres y ópticas están enteramente al servicio de la historia y, lo más importante, de emocionar al jugador.

Syberia: The World Before y el poder de la narrativa

Y sí, el título desarrollado por la gente de Microids Studio Paris sigue siendo una aventura gráfica al uso en la que tenemos que resolver rompecabezas y enigmas dentro de la más pura tradición de la saga. De hecho, no se trata de un elemento aislado que se pueda resolver con independencia del contexto y de lo que se esté narrando. En Syberia: The World Before, la resolución implica comprender qué está sucediendo, ingeniar cómo podemos sortear las dificultades, e imaginar de qué forma puede continuar la historia. Tanto es así que algunas de esas hipótesis se corresponden con el rumbo que vaya a tomar la trama, mientras que otras también enriquecen la experiencia y le dan más volumen a la narración, sobre todo cuando ponemos nuestras miras en los objetivos secundarios.

Sea como fuere, no se puede obviar la figura cinematográfica, ente principal en cuanto al título de marras y en lo que se refiere al desarrollo del mismo. Todo esto con el fin de favorecer la inmersión del jugador, aun cuando esto le lleva a perder su identidad previa.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC facilitada por Cosmocover.

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