KINGDOM of the DEAD

Muchas historias se suelen desarrollar en torno a un conflicto, una lucha de los protagonistas contras las adversidades provocadas por un villano. La eterna disputa entre el bien y el mal es la fórmula más sencilla y conocida, dos extremos opuestos que nunca se ponen de acuerdo y cuya resolución marca el destino de todos.

Sin embargo, el mundo real no se describe en términos absolutos, en la realidad no se debe catalogar con un estricto blanco o negro. El bien y el mal son solo un punto de vista, una forma de definir fenómenos o personas para que nos sea más fácil de asimilar sus consecuencias. Las personas siguen sus intereses consciente o inconscientemente de los efectos negativos que tienen sus acciones sobre otros; incluso las buenas acciones tienen detrás resultados negativos que se ignoran.

A este respecto, juegos como KINGDOM of the Dead nos proponen acabar con la Muerte y sus ejércitos por medio de una aventura de acción en primera persona totalmente dibujado a mano. Una aventura que a pesar de que hace frente a la vida en el clásico prisma por el cual o todo es blanco o todo es negro, también sabe como abordar el concepto de dualidad y su representación gráfica.

El ejército de las tinieblas

¿Es posible en puridad unir humor y terror conservando los efectos que se pretenden con cada uno de esos elementos: hacer gracia y dar miedo? ¿Tenemos la capacidad de reírnos y estremecernos al mismo tiempo? ¿O por el contrario se trata de una contradicción anulatoria abarcar un humor terrorífico en el ámbito audiovisual?

KINGDOM of the DEAD

Lo que está claro es que el humor bien empleado, es decir, como punto de vista y componente intrínseco de la obra, se acomoda con cierta facilidad a casi todos los géneros existentes sin que haga perder entidad a las características del género en cuestión al que se une y conservando de este su seriedad propia sin incurrir por ello en la parodia. Ahora bien, si desajustas la balanza en alguna de las dos direcciones, la batalla ya está perdida.

Por ejemplo, KINGDOM of the DEAD aúna el pequeño universo de pesadilla que tantas veces hemos visto en otras obras, pero también se toma con humor el terror. Dicho de otra manera, la obra desarrollada por la gente de DIRIGO GAMES es de lo más estrambótica, con diversos toques cómicos que ayudan a dotar de una ligereza muy agradable a su visión del inframundo. Un averno que nos da la bienvenida con sus deformidades y en el que la diversión, lo desconcertante y lo divertido está a la orden del día.

Un regreso a las raíces

Con unas raíces mucho más antiguas de lo que la mayoría de los jugadores podría siquiera llegar a imaginar, la temática de los First-Person Shooter (FPS) está relacionada con la acción, en concreto, con disparar. Pero para la mayoría de nosotros, conforman un subgénero de videojuegos dentro del género de acción cuyo objetivo básico suele ser matar todo lo que se cruza por el camino y salir vivo.

Cuando echamos la mirada hacia atrás, recordamos los inicios de un género que ofreció una capacidad de diversión inalcanzable para otros géneros. Si bien, desde la década de los 90, este ha vivido una evolución constante que ha servido para escribir varias páginas de historia, al mismo tiempo que ha reinterpretado la manera de jugar a shooters, aportando mecánicas y experiencias nunca antes vistas. Empero, KINGDOM of the DEAD puede considerarse como un regreso a sus raíces, una monumental exhibición de cómo recuperar lo mejor de los 90 en un FPS que recuerda inevitablemente a DOOM o Quake.

En resumen, da lo que promete ofreciendo un ejercicio de retrospectiva y homenaje extremos, siendo un excelente heredero que nos obliga a estar en movimiento de forma constante para despachar a unas letales hordas salidas del averno.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PC facilitada por PressEngine.

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