FRONT MISSION 2

Tal y como le pasara a Hollywood en su día, el mundo del videojuego parece haber encallado en los remakes y estos se suceden uno tras otro en el calendario. Los hay innecesarios, de obras demasiado recientes y cambios sutiles, pero también justo lo contrario, otros drásticos y arriesgados como ellos solos. Algunos hasta llevan tanto tiempo en desarrollo que ya se necesita un remake del remake. Por suerte, y a diferencia de lo que ocurre en el séptimo arte, en el caso de los videojuegos los cambios no son únicamente visuales, sino palpables a los mandos, jugables. Entre eso y que la mayor parte de los remakes son de obras maestras que nos robaron el corazón, por mucha queja que tengamos estamos ansiosos de echarle el guante a todo. 

El remake, por definición, juega en la liga de la innovación, pues siempre parte de una historia previa ya contada, de unos personajes ya presentados y, a veces, de una estética ya vista. Esto, entendido bajo el marco del desdén hacia la repetición, tendría un carácter negativo en tanto que no son actos rupturistas o creadores. No obstante, la diferencia puede ser principalmente que, el jugador de un remake sea consciente de la obra original, y es ese reconocimiento de la obra previa lo que posibilita su condición de remake.

Los remakes, como se ve en el caso de FRONT MISSION 2: Remake, un clásico de la estrategia por turnos, tienen el potencial de crear esa misma cadena creativa que se va ajustando a la época, sintiéndose nueva en muchos aspectos, sin embargo, precisamente este conocimiento de la condición repetitiva es aquel que nubla la visión de los aspectos novedosos. A saber: un nuevo acabado gráfico que mantiene la esencia del segundo FRONT MISSION, retoques en la jugabilidad y una banda sonora regrabada con nuevos temas en su haber.

FRONT MISSION: no solo robots gigantes

Los mechas, esos robots gigantes diseñados para el combate con una cabina de pilotaje en su interior, están profundamente arraigados en la cultura japonesa. Los que hemos crecido admirando boquiabiertos cada aventura de Kōji Kabuto a los mandos de Mazinger Z, o cualquier otra serie de animación nipona en la que saliesen mechas, los conocemos bien. ¿Y por qué nos gustan tanto las historias de robots gigantes?

Quizá porque hay dos elementos constantes dentro del mundo del manga y los videojuegos: los mundos postapocalípticos y la alta tecnología; elementos que, además, están muy relacionados entre sí. Y juegos como FRONT MISSION 2: Remake no escapan de esta máxima, ofreciéndonos una historia madura y protagonistas con muchos grises con los que empatizamos pero que a la vez no nos queda más remedio que juzgar. Si bien, no cabe duda que enriquecen la historia que nos ocupa llenándola de complejidad y convirtiéndola en una experiencia más auténtica.

Una experiencia que navega a través del drama y el belicismo, y en la que los soldados del Ejército de Alordesh se sublevan y, liderados por Ven Mackarge, declaran su independencia de la O.C.U. (Unión Cooperativa de Oceanía). Con todo esto, la trama central se entiende relativamente bien sin demasiadas dificultades, pero si decidís ahondar en su trasfondo vais a descubrir un universo apasionante, complejísimo y con una profundidad gigantesca que os va a encantar a poco que os guste la ciencia ficción. El mundo que nos ocupa esconde muchísimos secretos e historias que merece la pena desenterrar, así que procurad no perderos ningún detalle, leed todas las descripciones de vuestros rivales y prestad atención a los registros que encontréis al explorar.

Combinación de combate por turnos y conversaciones narrativas

Los juegos por turnos son el tipo de juego de estrategia al que se le puede hincar el diente. No hay que preocuparse por las acciones por minuto, ni obligarse a mantener una incesante ráfaga de clics y pulsaciones de botones, ni sudar tratando de recordar las teclas de acceso rápido. Puedes tomarte tu tiempo. Planificar las cosas. Piensa. FRONT MISSION 2: Remake es todo esto, pues el funcionamiento es el habitual del género: mover y atacar en escenarios compuestos de cuadrículas.

De la misma manera, una vez que hayamos usado a todos los personajes de nuestro equipo, pasa el turno a la máquina. Sea como fuere, el sistema es ágil y fluido, evitando que el jugador pase demasiado tiempo parado mirando cómo se mueven los enemigos. Si bien, hay algo extremadamente atractivo en la configuración de la estrategia de Forever Entertainment, ya que a la hora de combatir podremos dañar diferentes extremidades que mermen las habilidades y capacidades de nuestros enemigos, o las nuestras propias.

Habiendo dicho esto, si algo podéis tener muy claro es que el diseño de misiones es simple y llanamente sobresaliente, de lo mejor que hemos visto nunca en un juego de acción por turnos. Después de todo, el título se las está apañando constantemente para sacarse de la manga nuevas situaciones, objetivos y sorpresas que rarísima vez se repiten, convirtiendo la aventura en un viaje variadísimo que no deja que nos aburramos ni un solo segundo y que no conoce la palabra relleno. Todas ellas son fantásticas, saben desafiarnos y nos proponen retos muy interesantes que nos obligan a ser flexibles y a ser capaces de adaptarnos, aunque probablemente lo que más nos ha gustado es la capacidad que tienen para jugar con nuestras expectativas y sorprendernos. 

La personalización MECH de FRONT MISSION 2

Todo esto caería en saco roto si la acción como tal no terminase de funcionar como debería, aunque por suerte no es el caso. Es aquí cuando entra en juego el montaje de nuestro robot, ya que dependiendo de las piezas y las armas que le coloquemos la jugabilidad cambiará muchísimo. Hay infinidad de armas distintas con propiedades completamente diferentes y muy únicas que debemos tener en cuenta, así como montones de pequeñas estadísticas a tener en cuenta que afectan a nuestra defensa, nuestra capacidad para resistir el aturdimiento, en nuestra velocidad y un larguísimo etcétera.

Aquí no se trata de comprar la pieza más potente y cara que veamos, sino de encontrar las que se ajusten a lo que queremos y asegurarnos de que el conjunto de todas ellas dé como resultado una máquina coherente, eficiente y capaz de cumplir la misión a la que vamos a enfrentarnos.

La necesidad de un remake

Al final, y aun cuando ha sido superado, FRONT MISSION 2 sigue siendo un juego de culto que, más de dos décadas después, consigue dejarnos con la boca abierta gracias a su propuesta jugable, la enorme cantidad de posibilidades que nos ofrecía para superar cualquier situación y la mezcla de géneros tan especial con la que se atrevió. Y todo eso por no hablar de su espectacular ambientación y su interesantísima historia. Una obra capaz de sumergirnos de lleno en su mundo y que sigue siendo tan única y especial merece el tratamiento de un remake como el que nos ocupa.

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de Nintendo Switch facilitada por Forever Entertainment.

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