Compartir un café, respecto a las relaciones sociales, es mucho más que una bebida tónica que se administra caliente y que, frecuentemente se sirve en tazas. Definición que podría encontrarse, más o menos así, entre los argumentos de cualquier persona que lo haya disfrutado.
El café es mucho más, en la medida en que trasciende su papel de bebida para convertirse en la coartada perfecta para las relaciones sociales. Y sino, ahí están las socorridas frases hechas de “quedar para un café”, “compartir un café” o “hacer café” para quien se deje invitar. Frases que, en modo alguno, son muletillas, encierran la magia que tiene el café en nuestra cultura.
Una magia que se hace especialmente manifiesta en obras como Coffee Talk Episode 2: Hibiscus & Butterfly, una suerte de novela visual desarrollada por la gente de Toge Productions que se sitúa tras los hechos acaecidos en la primera entrega y en la que controlamos a un barista que trabaja en una cafetería en una versión fantástica de Seattle. Un barista que escucha las preocupaciones de los distintos clientes de la cafetería, poblada por una amplia variedad de razas fantásticas, como elfos, orcos, sirenas, etc. y prepara las bebidas.
Arte del latte
Para preparar un buen café hay que tener en cuenta algunas consideraciones. Aunque parezca tan sencillo como cargar el casquillo, ponerlo en la máquina y darle al botón hasta que se pare, en realidad es mucho más complejo y tiene tras su elaboración un proceso que puede variar considerablemente el resultado final.
Por esta razón, el barista es considerado, por muchos, como la puerta de entrada al mundo del café de especialidad; una industria compleja y que se ha construido por personas que realizan un trabajo admirable, en cada etapa del proceso, para garantizar un producto de calidad. Por eso, transmitirle al consumidor la historia y las cualidades únicas detrás de cada taza es una tarea que recae, generalmente, en el barista.
Así, en Coffee Talk Episode 2: Hibiscus & Butterfly, somos una especie de psicólogo a la vez que preparamos el café, además de otras bebidas diferentes, a nuestros clientes. El primer contacto es el más indispensable, recibir con un “buenos días” y una sonrisa es el primer paso para enganchar con el cliente. El acto seguido es tratar de conocer cuáles son las necesidades reales de la persona a la que estamos atendiendo, conocer si es un cliente que solo necesita un espresso para obtener su dosis de cafeína matutina, o si por el contrario es un amante de la infusión que está en busca de nuevas experiencias.
El tercer punto sería conocer los gustos personales de nuestro cliente, ¿con leche? ¿negro? ¿descafeinado? son solo algunas de las posibilidades que podría estar buscando, también en este punto es necesario poder determinar si está dispuesto a obtener nuevas experiencias y así, poder hacer una sugerencia puntual.
El cuarto paso sería la preparación. Ahora, la preparación ha sido una de las variantes que más se olvidan en la industria del café, cadenas, desinformación y la mediocridad se han apoderado del mercado, sin embargo, un barista real, apasionado y el barista que ama su trabajo tanto como al aromático, sabe la importancia de este cuarto paso. Aquí podemos pasar de una simple taza como la que encontrarías en cualquier lugar, a crear una experiencia única en la vida del cliente. De igual manera es una forma de honrar y valorar toda la cadena productiva que hay en el medio.
Crear tazas con excelencia y maestría es la razón de ser del barista. La razón de Coffee Talk Episode 2: Hibiscus & Butterfly. Inocuidad, velocidad, perfección, sabor e imagen, son las principales características de una taza excelsa.
El café como herramienta social del siglo XXI
¿Solo o acompañado, espresso o latte, después de comer, antes de trabajar? ¿Qué tiene el café que en cualquier momento del día nos hace sentir bien? No es una droga, ni siquiera es tan contundente como el chocolate, pero está científicamente comprobado que el café nos hace más felices y aumenta nuestra inteligencia emocional y bienestar. Y si además nos hace más productivos, e incluso es la excusa perfecta para encontrarte con alguien… Ha llegado el momento de darle las gracias a nuestro barista.
Y también, ha llegado el momento de darle las gracias a obras como este Coffee Talk Episode 2: Hibiscus & Butterfly, una propuesta que sabe ir más allá de simplemente hacer un gran café. Una propuesta que, como novela visual, prospera en las interacciones sociales, que sabe cómo tranquilizar a los clientes y que hace que la tienda de café se sienta como un hogar lejos de casa, incluso al final de un turno de doce horas.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de PC de Steam facilitada por Toge Productions.