Big Helmet Heroes

Supongamos una historia. Una que nos lleva a un mundo fantástico donde paisajes como bosques o pueblos pueden resultar familiares, pero son habitados por monstruos. El protagonista se aventura entre ellos, dudando si serán peligrosos u hostiles. A veces huye; otras, pelea. Por el camino también entabla amistad con alguno. Ahora supongamos que este viaje no es narrado en un libro, un cómic o una película, sino en un videojuego y que, por tanto, el mando crea un hilo invisible entre nuestras acciones y las del protagonista. 

¿Cambiaría la historia? Incluso en un relato predefinido, donde cada evento de importancia está minuciosamente orquestado por los creadores, tener esa clase de control favorece tanto la inmersión como la conexión con el protagonista. Aunque claro, siendo un medio interactivo, también se abren nuevas posibilidades que los otros no tienen. La de cedernos el papel de co-autor para influenciar y cambiar, en mayor o menor medida, el devenir de la narración.

Por ejemplo, todos los videojuegos e historias clásicas nos han enseñado que si hay una princesa encerrada en un sótano hay que salvarla, ¿no? Y aunque algunas obras han intentado acabar con ese cliché, propuestas como Big Helmet Heroes lo abrazan con mucho fervor y honestidad, ofreciéndonos una experiencia en la que tenemos que encontrar a los 29 adorables héroes que se esconden en reinos fantásticos y ya sea de paso, escoger a nuestros favoritos para salvar a la princesa de turno.

Damisela y caballeros en apuros

Sea como fuere, al final el típico argumento es un clásico pretexto para justificar la divertidísima sucesión de misiones y escenarios que conforman el videojuego. El título tiene un formato muy agradable de beat em up ligero, que salpica con pequeños componentes de rol; todo ello en un entorno tridimensional que recuerda mucho a clásicos de la talla de Castle Crashers o Golden Axe.

Además el videojuego es ciertamente adictivo. No deja de ser, sin embargo, un esquema tremendamente mascado, donde el impacto inicial del jugador avezado, cargado de cierta morriña, acaba por dar lugar a un desfile de animaciones, chascarrillos y mecánicas que se antojan, quizás, demasiado familiares. 

La edición física Big Helmet Heroes – Exalted Edition para PlayStation 5 y Nintendo Switch incluye una funda especial, una pegatina de héroes de sofá y un libro de arte.

Al fin y al cabo, a lo largo de las cuatro o cinco horas que puede llegar a durar nuestra travesía por la campaña principal, justificada por el secuestro de una princesa con complejo de MacGuffin, poco más haremos al margen de repartir golpes de remo a tomo y lomo, lanzar magias de varios tipos y utilizar objetos de combate como arcos de batalla, pudiendo llevar a cabo dichas acciones con casi 30 personajes desbloqueables – que, cabe destacar, muy poco distan entre sí, más allá de la obviedad visual -.

La fórmula, sin embargo, está muy bien llevada a cabo gracias en parte a su intuitivo sistema de control. Y es que nos bastarán un par de teclas (o botones si jugamos con un mando) para ejecutar todas las acciones disponibles sin mayores complicaciones; incluyendo los combos, por supuesto, que serán diferentes en función del caballero que controlemos. Por lo demás, este Big Helmet Heroes cuenta con más de veinte niveles, con una veintena de enemigos para cada uno de ellos, englobando un título que si lo juegas en solitario te entretendrá, pero que si lo juegas en compañía promete ser la bomba.

Un sentido del humor sensacional

Recogiendo un género tan tradicional como el beat em up, Big Helmet Heroes consigue convertirlo en una deliciosa experiencia gracias a su sentido del humor y a su simpático tratamiento. Lo mejor de su campaña es su ritmo, y si a esto sumamos la posibilidad de disfrutarla en cooperativo el resultado es fenomenal.

Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de Nintendo Switch facilitada por Meridiem Games.

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