El amor ha supuesto desde tiempos inmemoriales un motor que mueve el mundo. Los conceptos de media naranja, crush y similares reflejan matices del amor en algunas de sus infinitas formas. Sin embargo, este sentimiento no solo define la relación de pareja, sino también las amistades que forjamos y casi cualquier vínculo entre personas que se distinga por el apoyo y el deseo genuino de querer el bien por el prójimo.
Pero del amor al odio hay solo un paso, y en la espiral de relaciones por la que pasamos a lo largo de nuestra vida, por desgracia, también hay espacio para los lazos negativos. Emociones, quizá, más intensas y cargadas de malestar pueden suceder sin apenas esperarlo. Así es nuestro lado social y no queda más remedio que adaptarnos a su ritmo.
Pues todo este espectro de idas y venidas se encarga de reflejarlo muy bien Date Everything!, el videojuego de Sassy Chap Games que pone a nuestro alcance la construcción de vínculos entre, abrid bien los ojos, cualquier elemento que se encuentre dentro de nuestra casa.
El amor no conoce fronteras
En Date Everything!, lo que empieza como un inofensivo curro de atención al cliente acaba en una montaña rusa de emociones y búsqueda de nuevos nexos. Y no es para menos, porque el trabajo de cara al público, aunque sea detrás de una pantalla, no suele ser agradecido, sobre todo si, además, se cuenta con un jefe poco motivador y narcisista. Por eso se siente revitalizante –a la par que confusa– la llegada de un paquete anónimo con unas gafas que permiten que los objetos y mobiliario vario del hogar cobre vida en forma humana: las citadas “dateviators”.
Sí, sí, habéis leído bien. Puertas, camas, lavadoras, techos, pianos, relojes, duchas, calefactores y un largo etcétera se transforman en personajes bípedos, con peinados y vestuarios únicos y, por supuesto, relacionados con su función en la casa. Por ejemplo, la puerta es un segurata, la ducha es un cantante no demasiado profesional, la lavadora hace tándem acróbata con la secadora… Esta personalidad propia de Date Everything! es uno de sus puntos fuertes.

Sin embargo, el sistema de relaciones del que consta no se queda atrás. Incontables líneas de diálogo que varían en función de las opciones de respuesta elegidas van guiando el desenlace con el personaje que se ve afectado directamente, a la vez que salpica a cómo nos ve el resto. De este modo, todo fluctúa entre la amistad, el amor y el odio. Y lo consigue por todo lo alto, puesto que Date Everything! nos presenta hasta 100 personajes distintos con los que relacionarnos.
Tal cantidad de pretendientes conlleva infinidad de personalidades, por lo que es imposible llevarse bien con todos. En especial, el título de Sassy Chap Games se toma muy en serio que nos sintamos a gusto, por lo que también incluye un sistema de avisos sobre temas sensibles para que podamos saltar directamente los diálogos con algunos personajes. De este modo, con asuntos como el tabaco, el alcohol, el lenguaje inapropiado o, incluso, las referencias sexuales, somos libres de elegir qué tipo de relación queremos tener y zanjar así cualquier situación incómoda.
Cada oveja con su pareja
Date Everything! nos sugiere, a través de las conversaciones con los utensilios, que sigamos una hoja de ruta. Una que completa, por decirlo de alguna manera, subtramas de personajes que tienen –o tenían– algún tipo de relación entre ellos, ya fuera, igualmente, de incondicional amistad, de apasionado amor o de temible odio. Y pese a que corresponde exclusivamente a la persona a los mandos elegir con quién hablar y cuándo hacerlo, es inevitable sentirse presionado por seguir indagando sobre elementos que ya conocemos. Aun así, no podemos negar la curiosidad por, de alguna manera, hacernos con todos y registrarlos en una de las tantas aplicaciones de nuestro móvil.

Y para más inri, está el dato de que solo podemos interactuar con cinco personajes al día. Esto no supondría demasiado impedimento de no ser porque las interacciones se distribuyen en determinadas horas del día, por lo que habrá personajes que no siempre estarán disponibles, mientras que otros pondrán horarios a las charlas.
Para ir acabando, Date Everything! cuenta con doblaje al inglés y también con textos en este idioma. Al tratarse de conversaciones cotidianas, no resulta demasiado complicado seguir el hilo, aunque sí puede suponer un reto comprender la totalidad del vocabulario relativo a los objetos de la casa, así como descifrar todas las formas de hablar de los personajes. Eso sí, con dotes básicas en el idioma de Shakespeare, lograremos reconocer la mayoría de nombres de cada humanoide, puesto que están directamente asociados con el objeto del cual derivan, formando un gracioso y conveniente juego de palabras.
Del amor al odio solo hay un paso
Aunque entren en juego innumerables variables en cuestión de relaciones, algunas de ellas, quizá, inconscientes, lo cierto es que deberíamos tener total libertad para decidir con quién queremos forjar un vínculo y con quién no. Date Everything! también nos sugiere seguir conociendo a determinados personajes, pero nunca nos obliga a ver a quien no soportamos, por lo que no resulta difícil entrenar la asertividad.

En esencia, si buscáis un dating simulator que os entretenga durante horas y horas, Date Everything! es vuestro juego. A pesar de que no haya rutas per se, las bifurcaciones a partir de los diálogos y las subtramas entre distintos utensilios os tendrán pegados a la pantalla. No obstante, en un primer momento, el contenido puede llegar a abrumar. Aun con todo, vale la pena darle una oportunidad porque, sin lugar a dudas, encontraréis a alguien digno de ganarse el título de media naranja, así como encontrar alguna que otra amistad pura.
Este análisis ha sido realizado gracias a una clave digital de Xbox Series X|S facilitada por Team17.






















