Los vampiros han despertado pasiones en la humanidad desde que el mundo es mundo. Esa sed de sangre, esa palidez, esa fuerza sobrehumana… La ficción se ha encargado de retratarlos de infinidad de maneras en todo tipo de obras, en sus vertientes más románticas, más terrenales y en las más temibles. La cuestión es que los videojuegos no son una excepción a esta regla.
Sin embargo, tampoco es una excepción que, a raíz del riesgo que puede suponer la presencia de los chupadores de sangre, se hayan plasmado personajes antagonistas a estos seres fantásticos que sean capaces de darle caza. Al fin y al cabo, el instinto de supervivencia se ha encargado de hacernos llegar sanos y salvos al momento actual. Y en eso, dentro del campo de los colmillos y la sangre, juega un papel muy importante el bueno de Van Helsing.
En el caso de Silver Bullet, 1CC Games retrata al propio Van Helsing para ejercer su derecho a la busca y captura de vampiros y otros seres del averno. Aun así, el objetivo es, en cierto modo, egoísta: lo hace por salvar a sus perritos.
Dominar y atacar
Silver Bullet es un videojuego arcade que nos presenta una lluvia de balas en infinidad de formas. Sin ser un bullet hell al uso, muchas veces nos obliga a calcular al milímetro la posición de Van Helsing para no perder ninguna vida en el intento. Para ello, tenemos que convertirnos en ases del control bimanual, puesto que el movimiento y la diana de nuestros disparos se sitúan en joysticks distintos, algo que es probable que no dominemos desde el primer momento.
Básicamente, es partida tras partida, y game over tras game over, cuando realmente nos acercamos a esa capacidad autómata de poder machacar botones mientras la mirada se fija en varios puntos de la pantalla. Por suerte, en Silver Bullet existe un ataque dash y otro especial con nuestro perro más fiel permite facilitar la tarea del salvamento perruno, a partir de un ataque como parte de una buena defensa.
Pero por si fuera poco, en Silver Bullet existen las segundas y terceras oportunidades. No solo por las vidas intrínsecas a cada partida, sino porque una vez estas se acaban, es posible continuar la partida un número finito de veces. Esto posibilita poder avanzar, a pesar de que el precio a pagar es la pérdida total de la puntuación conseguida.
Dispuesto a superar obstáculos
Silver Bullet se distribuye en niveles más o menos rápidos que se suceden entre sí. Aparte de las populares tiendas que proporcionan mejoras, encontramos escenarios que concluyen con un jefe y escenarios que suponen algún tipo de bonus. Concretando aspectos del primer tipo de niveles, puesto que son los más contundentes, estos se dividen en dos partes. En la primera deberemos acabar con pequeños secuaces con algún que otro molesto patrón, para después dar paso al rey o a la reina de la noche en una fase más exigente y en la que es necesario aumentar el nivel de atención en la pantalla.
Entre las escenas que recorremos encontramos, entre otros, una casa encantada, un circo y algo cercano a la Prehistoria, cada uno con elementos particulares que los hacen distintivos y originales entre sí. Además, el videojuego de 1CC Games hace gala de un estilo píxel muy colorido que confiere personalidad tanto al protagonista como a los enemigos.
Finalmente, como suele ser frecuente en los títulos que publica Flynn’s Arcade de un tiempo a esta parte, Silver Bullet cuenta con un sistema de clasificación que nos muestra nuestra posición en función de la puntuación obtenida a nivel local y a nivel general. Por otra parte, si queremos sacarle el máximo partido al título que nos ocupa, en cada nivel hay una suerte de logro escondido que debemos descifrar gracias a la pista del menú de escenarios y, posteriormente, llevar a cabo.
Erradicar el mal
Nadie dijo que enfrascarse en una aventura para salvar a tus seres queridos fuera fácil, pero como se suele decir, quien no arriesga no gana. Y eso es algo que nuestro protagonista sabe muy bien, por eso se lanza rumbo a lo desconocido con su mejor arma: un cargamento de balas de plata, bautizando a este Silver Bullet.
Con la esencia arcade de partidas cortas pero intensas y ese pique que proporciona avanzar sin prisa pero sin pausa tras cada game over, Silver Bullet se convierte en un videojuego llamativo y en una opción a contemplar si estamos buscando entretenimiento de estas características. Porque no siempre es necesaria una historia cargada de matices para pasar un rato divertido.
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de Nintendo Switch facilitada por Flynn’s Arcade Publishing.
