Breathedge

Entre todos los juegos de supervivencia que existen en la actualidad, la obra desarrollada por la gente de Unknown Worlds Entertainment, Subnautica, sigue estando en el candelero y con una popularidad en alza, especialmente tras el lanzamiento de Below Zero. Al fin y al cabo, esta apasionante aventura de supervivencia submarina tan bella como repleta de peligros que conquistó el corazón de los más aventureros fue una experiencia que, a efectos prácticos, puso sobre la mesa un sentimiento de soledad y de abandono, seguido por una fascinación del descubrimiento. 

A este respecto, abogando por el pacifismo desde el punto de vista del jugador en un contexto enmarcado por una fauna extremadamente variada en la que predominan todo tipo de especies, desde las más pasivas hasta otras más predominantes.

Por ende, no es descabellado que desarrolladoras como RedRuins Softworks hayan puesto sus miras en esta suerte de aventura submarina con el fin de ofrecer algo similar: una propuesta que nos lleva hasta el espacio exterior. Porque en eso consiste Breathedge, un juego de supervivencia espacial en primera persona y cargado de humor negro en el que adoptamos el papel de un tipo llamado “El hombre” (y su pollo mascota). Un tipo cualquiera que simplemente se dirigía al cementerio espacial con el ataúd de su querido abuelo.

Los peligros invisibles de viajar en el espacio

Por desgracia, este se ve envuelto en medio de una conspiración universal, lo que supone tener que enfrentarse al frío helador y a algunos de los peligros más sonados en el espacio profundo. 

El ser humano no está preparado para viajar al espacio. En este, existen problemas y amenazas que no aparecen en la Tierra, donde el campo magnético actúa como escudo ante cualquier problema más allá de la órbita terrestre baja. En este sentido, existen algunas cuestiones a tener en cuenta como las consecuencias en el cuerpo de la microgravedad, los efectos en la salud mental de un viaje bastante agobiante o los microorganismos existentes en el espacio exterior. Todo ello puede provocar que los trayectos más allá de las órbitas terrestres bajas impliquen algunas amenazas para la convivencia de la humanidad en estos entornos.

Tampoco se pueden descartar los errores humanos. Porque en un contexto en el cual la ansiedad, el agobio o el estrés pueden causar menores tiempos de respuestas, los errores humanos no tardan en aparecer. Y, en ese sentido, todo el mundo puede llegar a pensar que hubiese sido mejor quedarse en la Tierra. 

Debido a un terrible accidente que nos mantiene a la deriva, Breathedge plantea un escenario que pone de manifiesto muchos de los efectos negativos en el cuerpo a corto y en especial a medio y largo plazo en esto de los vuelos espaciales, desde una exposición directa al ambiente extremo del espacio hasta fugas de aire. Todo esto plantea una lucha activa con el fin de vencer los múltiples escollos que se van presentando. Una lucha amparada en la exploración de cada recoveco para conseguir los materiales necesarios con los que avanzar en la aventura, el uso de planos y su importancia en la construcción de diversos aparatos, y conductas para casi cada aspecto imaginable de la vida.

La broma con humor espacial

Sí, nos enfrentamos a cosas tan elementales, pero siempre presentes, como la falta de oxígeno y el hambre en mitad de ninguna parte (algo que por otro lado no es nada nuevo en el género). Sin embargo, al contrario que otras propuestas en la que debemos valernos de nuestro propio ingenio para intentar sobrevivir, Breathedge contempla varios dos escenarios diferentes: uno realista y otro más optimista. Aprendemos a ser libres, sin estar atados a cientos de pequeñas estacas que nos limitan, nos condicionan y nos quitan la libertad. Ahora bien, si empezamos a sentir que no tenemos ningún propósito, el juego se las ingenia para ofrecernos varias indicaciones con el fin de que la trama siga su curso.

Una trama de una sencillez solo aparente, llena de ingenio y que parte de situaciones a cada cual más descabelladas, razonamientos disparatados y personajes extravagantes que lo ponen todo patas arriba desde los primeros compases de la aventura. Porque de todos los tipos de humor que conocemos, Breathedge se identifica mejor con el humor absurdo, uno que quizá no sea el de la carcajada ruidosa, pero si el que descoloca y ayuda a mirar las cosas de otra forma. 

En otras palabras, es una obra espacial cumplidora que mira a la adversidad a los ojos y se desternilla. Una obra en gravedad cero que usa el humor como antídoto para afrontar las dificultades en las que nos vemos inmersos y que corre como pollo sin cabeza dentro del gran catálogo de juegos de supervivencia. 

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital de PlayStation 4 facilitada por Meridiem Games.

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