Hay recursos narrativos en los videojuegos que se repiten con demasiada frecuencia. Tenemos la típica lucha de buenos buenísimos contra malos malísimos, la existencia de un objeto de poder que todo el mundo quiere controlar, la típica venganza por cualquier cosa, la existencia de un elegido destinado a salvar el mundo… Sagas tan exitosas como Final Fantasy, The Legend of Zelda, God of War, Kingdom Hearts o Castlevania basan su concepto narrativo en temas recurrentes, pero que funcionan de maravilla. No obstante, hay un recurso que siempre me ha llamado la atención por lo explotado que está, hasta el punto de pensar: «No, otra vez no…».
Hablo de los personajes amnésicos. Creo que es muy difícil que no os hayáis encontrado con alguno a lo largo de vuestra vida como jugadores. Están por todas partes, y si bien hay ocasiones en que están construidos de forma formidable, otras veces suponen una mera excusa para introducirte en un mundo que desconoces. Y a eso iba. ¿Por qué existen tantos? ¿Y por qué se dan más en los videojuegos que en otros campos como la literatura o el cine? Esto tiene una explicación más sencilla de lo que podría parecer, pero esa es una historia que merece ser contada en otra ocasión.
Lo que importa es que la aventura que nos ocupa, Lost Ruins, se ampara en esta máxima, ofreciendo una propuesta que pertenece al género de la fantasía y que exhibe los rasgos clásicos de esta categoría: desde héroes, viajes, batallas y tiempos pasados, hasta criaturas fantásticas y hechicería. Una propuesta isekai que nos pone en la piel de una protagonista que sufre de la tan habitual «amnesia del héroe» y que va recuperando la memoria perdida a medida que progresamos en la aventura, haciendo que la experiencia del personaje sea la misma que la del jugador. Esto provoca inmersión.
Y sin nadie alrededor para responderle, al menos durante los primeros compases de este Lost Ruins, nuestra protagonista decide emprender un viaje en busca de respuestas.
Isekai, el género de moda
Vista la trama, cabe señalar que la cautela con la que nos aproximamos al apartado jugable no se aplica al apartado artístico. Lost Ruins es un título que, sin ningún género de dudas, desea ganarse al jugador por los ojos y los oídos. Su impecable pixel art tiene múltiples vertientes en las que brilla con luz propia: desde sus detallados escenarios hasta las fluidas animaciones de nuestra heroína, pasando por los retratos que acompañan las habituales conversaciones, todas sus manifestaciones superan la prueba con sobresaliente.
Y lo mismo se puede decir de su banda sonora, una amplia colección de composiciones que van de lo ambiental a lo épico con tanta facilidad como buen encaje tienen en las situaciones para las que fueron compuestas.
No obstante, la impecable cohesión que se desprende de los ámbitos visual y sonoro no se traduce en unas mecánicas igual de compactas. Unas mecánicas en forma de juego de acción y exploración en 2D al estilo “Metroidvania”. Basado en un concepto de plataformas no lineal, el subgénero que nos ocupa ha echado raíces mediante la aportación de habilidades para alcanzar nuevas zonas interconectadas las unas con las otras, una pantalla de inventario y disparos multidireccionales, y la inclusión de un sistema de mapas, entre otras cosas.
La amnesia como recurso narrativo
Esta estructura de mundo abierto con salas que vamos desbloqueando poco a poco a medida que nuestra protagonista va avanzando, está aderezada con la obtención de nuevas habilidades y ligeros toques roleros. Pero sobre todo, hace hincapié en la dureza de los combates, uno de sus puntos más divertidos, especialmente cuando batallamos y derrotamos a los jefes, y también en la precisión de los saltos.
Ahora bien, al mezclar elementos de metroidvania y acción, sus grandes aciertos estéticos se diluyen por falta de concreción e importantes aristas como el desbalance de sus habilidades o un final anticlimático como pocos. Es complicado, por tanto, entender cuál es el público al que se enfoca, pero aquellos que anden tras una estética pixel art cuidada y una propuesta orientada a una acción algo más ligera, puede que encuentren en Lost Ruins lo que buscan. Los puristas del género metroidvania, mientras, tendrán que seguir explorando.
Este texto ha sido realizado gracias a una clave digital de PlayStation ⅘ facilitada por Meridiem Games.